Me he podido adentrar en la lectura de Harri Potter, no tanto como me hubiera gustado, pero disfrutando lo indecible.
Emoción, intriga, personajes llenos de misterio y volver a sentir el gozo de leer sin que haya que esforzarse por hacerlo, porque se siente uno arrastrado por la propia lectura.
Pero, hay que hacer muchas otras cosas menos emocionantes y más urgentes, así que hay que graduar la emoción... Ummm!!!
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