En Modernidad Líquida Zygmunt Bauman explora cuáles son los atributos de la sociedad capitalista que han permanecido en el tiempo y cuáles las características que han cambiado. Para el autor, la fluidez, es decir, ese contínuo e irrecuperable cambio de posición de algunas sustancias que llamamos fluidos, es la metáfora perfecta de lo que llamamos “Epoca Moderna”.
El libro comienza con una magnífica cita de Paul Valéry:
“La interrupción, la incoherencia, la sorpresa son las condiciones habituales de nuestra vida. Se han convertido incluso en necesidades reales para muchas personas, cuyas mentes sólo se alimentan […] de cambios súbitos y de estímulos permanentemente renovados […] Ya no toleramos nada que dure. Ya no sabemos cómo hacer para lograr que el aburrimiento dé fruto. Entonces, todo el tema se reduce a esta pregunta: ¿la mente humana puede dominar lo que la mente humana ha creado?”
Pero -en mi opinión, por encima de todo- la persona necesita estabilidad, permanencia, algo sólido sobre lo que se pueda construir un futuro.
Publicar un comentario