Domingo 25 de Septiembre de 2016
26º Domingo durante el año
Verde. Semana 2ª del Salterio.
La Virgen del Rosario de San Nicolás es una de las muchas advocaciones con la que se venera la figura de la Virgen María en el catolicismo. El día 25 de mayo del año 2009 fue coronada. Esta imagen genera uno de los fenómenos de peregrinación católicos más importantes de la República Argentina. Según la historia oficial de la Iglesia católica de San Nicolás, la Virgen María se aparece por primera vez el 25 de septiembre de 1983, frente a una sencilla mujer de San Nicolás de los Arroyos, una ciudad del extremo norte de la provincia de Buenos Aires,Argentina. Esta señora no se atreve a aparecer ante la televisión desde 1983 y su nombre es Gladys Quiroga de Motta.
Antífona cf. Dn 3, 31. 29. 30. 43. 42
Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es verdaderamente justo, porque pecamos contra ti y no obedecimos tu ley; pero glorifica tu nombre, tratándonos según tu gran misericordia.
Oración colecta
Dios nuestro, que manifiestas tu poder sobre todo en la misericordia y el perdón, derrama sin cesar tu gracia sobre nosotros, para que, deseando tus promesas, nos hagas participar de los bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Dios misericordioso, concédenos que nuestra ofrenda te sea aceptable, y que, mediante ella, se nos abra la fuente de toda bendición. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión cf. Sal 118, 49-50
Acuérdate, Señor, de la palabra que diste a tu servidor, ella me infunde esperanza y consuelo en mi dolor.
O bien: 1Jn 3, 16
En esto hemos conocido el amor de Dios: que él entregó su vida por nosotros. Por eso, también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos.
Oración después de la comunión
Por esta eucaristía que hemos celebrado, renueva, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que participemos de la herencia gloriosa de tu Hijo, cuya muerte anunciamos y compartimos. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
1ª Lectura Am 6, 1a. 4-7
Lectura de la profecía de Amós.
¡Ay de los que se sienten seguros en Sión! Acostados en lechos de marfil y apoltronados en sus divanes, comen los corderos del rebaño y los terneros sacados del establo. Improvisan al son del arpa, y como David, inventan instrumentos musicales; beben el vino en grandes copas y se ungen con los mejores aceites, pero no se afligen por la ruina de José. Por eso, ahora irán al cautiverio al frente de los deportados, y se terminará la orgía de los libertinos
Palabra de Dios.
Comentario
El profeta describe la vida de lujo sofisticado que se vivía en las capitales. Estos placeres de unos pocos hacían un fuerte contraste con “la ruina de José”, es decir, la calamitosa situación de la mayor parte del pueblo. El pecado no consiste en tocar música, comer o beber. El pecado es regodearse egoístamente sin compartir, en un momento en que el pueblo estaba pasando gran necesidad.
Sal 145, 7-10
R. ¡Alaba al Señor, alma mía!
El Señor hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos. El Señor libera a los cautivos. R.
El Señor abre los ojos de los ciegos y endereza a los que están encorvados. El Señor ama a los justos. R.
El Señor protege a los extranjeros, sustenta al huérfano y a la viuda y entorpece el camino de los malvados. R.
El Señor reina eternamente, reina tu Dios, Sión, a lo largo de las generaciones. R.
2ª Lectura 1Tim 6, 11-16
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo.
Hombre de Dios, practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia, la bondad. Pelea el buen combate de la fe, conquista la Vida eterna, a la que has sido llamado y en vista de la cual hiciste una magnífica profesión de fe, en presencia de numerosos testigos. Yo te ordeno delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y delante de Cristo Jesús, que dio buen testimonio ante Poncio Pilato: observa lo que está prescrito, manteniéndote sin mancha e irreprensible hasta la Manifestación de nuestro Señor Jesucristo, Manifestación que hará aparecer a su debido tiempo el bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad y habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre vio ni puede ver. ¡A él sea el honor y el poder para siempre! Amén.
Palabra de Dios.
Comentario
Conservar la fe no significa quietismo ni fosilización. Conservar la fe es vivirla alegre y dinámicamente, sabiendo que todo en nuestra vida se orienta hacia el encuentro definitivo con Jesucristo.
Aleluya 2Cor 8, 9
Aleluya. Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza. Aleluya.
Evangelio Lc 16, 19-31
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a los fariseos: Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas. El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado. En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Entonces exclamó: “Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan”. “Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí”. El rico contestó: “Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento”. Abraham respondió: “Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen”. “No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán”. Pero Abraham respondió: “Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán”.
Palabra del Señor.
Comentario
La autosuficiencia lleva a la cerrazón del corazón. Quien siente que no necesita de nada ni de nadie, ni siquiera necesita de Dios; así corre más riesgo de no comprender las necesidades de los otros que se ponen en las manos divinas. Este ostracismo nunca puede generar vida, y crea ese abismo donde ya no hay comunicación posible. Con este lenguaje tan rico en imágenes, la parábola sirve para prevenirnos para que nuestra vida no se cierre en sí misma.
Oración introductoria
Señor, ayúdame a ser consciente de que estás siempre a mi lado, de que cada oración es un nuevo encuentro contigo, mi Mejor Amigo. Señor, Tú sabes que soy débil y que muchas veces me olvido de ti, buscando mi satisfacción en las cosas de este mundo. Sabes que suelo pensar en mí mismo, en mis planes, en mis gustos, en mi voluntad. Por eso, te pido, Señor, que cambies mi corazón de piedra en uno de carne y hueso, para así cumplir mi misión de ser sal de la tierra y luz del mundo. Te ofrezco, Señor, esta meditación por los más necesitados y oprimidos, y por los que viven lejos de tu amor.
Petición
Señor Jesús, ayúdame a ser consciente de que la misión de que cada Cristiano es el Amor, y de que al fin de mi vida me interrogarán sobre cuánto y cómo he amado a mis hermanos.
Meditación
1.- ¡Ay de los que se fían de Sión y confían en el monte de Samaria! Una vez más el profeta Amós critica con palabras durísimas la explotación que hacían los ricos y gobernantes de su tiempo con los más pobres e indefensos. Además, les dice ahora, lo hacen valiéndose de la religión establecida por ellos mismos, dando culto a Dios desde Sión, en Jerusalén, o en Samaría. Es evidente que la Iglesia de Jesús no puede actuar de esta manera, aunque más de una vez lo haya hecho. Porque una Iglesia que se alíe con el poder y explote a los pobres no podrá ser nunca auténtica Iglesia de Jesús. Debemos examinar también hoy cada uno de nosotros nuestra conducta religiosa y nuestra conducta, porque la justicia debe ser siempre justicia religiosa. No podemos los cristianos decir que estamos dando verdadero culto a Dios si no practicamos una verdadera justicia cristiana. Los grandes santos fueron personas misericordiosas y defensoras de los más pobres y necesitados. Un cristianismo que no practique la justicia social no es un verdadero cristianismo.
2.- Hombre de Dios, practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Debemos observar que en estos consejos que san Pablo da a Timoteo la primera virtud que le recomienda practicar es la justicia. No una justicia simplemente legal, sino una justicia que vaya acompañada e impulsada por la fe, y la piedad, es decir, una justicia religiosa y cristiana. Pues bien, si los cristianos queremos ser hombres de Dios, discípulos de Jesucristo, practiquemos la justicia, la fe, la piedad y el amor, y así “conquistaremos la vida eterna a la que somos llamados”.
3.- Los Epulones actuales. La parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro no es cosa del pasado, es de lo más actual, sólo que multiplicados los Lázaros por millones y en situación más hiriente y escandalosa. Este amor preferencial... no puede dejar de abarcar las inmensas muchedumbres de hambrientos, mendigos, sin techo, sin cuidados médicos y, sobre todo, sin esperanza de un futuro mejor, no se puede olvidar la existencia de esta realidad. Ignorarlo significaría parecemos al “rico Epulón”, que fingía no conocer al mendigo Lázaro, postrado a su puerta. El nombre Epulón significa "convidado", o "comensal". En latín "épulo" es aquél que da un convite, o también el invitado. En castellano lo asociamos con aquél que come y bebe mucho. Pero en realidad, el rico en la parábola no tiene nombre, el pobre sí: Lázaro. Quizá es una forma de manifestar que el más importante no es siempre el que se piensa, pues Dios hace una opción por aquél que lo está pasando mal. El rico no se daba cuenta del sufrimiento de Lázaro aquí abajo. Sin embargo, lo reconoce en la estancia de los muertos. ¿Es necesario que las cosas vayan mal para que nos demos cuenta de nuestra ceguera con respecto a nuestro prójimo sufriente?
4.- Conmovernos ante la miseria y la injusticia. En el banquete de la creación no se excluye a nadie y se respeta la dignidad de cada ser humano. El grito de los que están fuera apenas se escucha. Los que están fuera gritan cada vez menos, porque no tienen ya fuerzas, y mueren por miles cada día a causa del hambre y la miseria. Tendemos a poner, entre nosotros y los pobres, un doble cristal. El efecto del doble cristal, hoy tan aprovechado, es que impide el paso del frío y del ruido, diluye todo, hace llegar todo amortiguado, atenuado. Y de hecho vemos a los pobres moverse, agitarse, gritar tras la pantalla de la televisión, en las páginas de los periódicos y de las revistas misioneras, pero su grito nos llega como de muy lejos. No llega al corazón, o llega ahí sólo por un momento. Lo primero que hay que hacer, respecto a los pobres, es por lo tanto romper el «doble cristal», superar la indiferencia, la insensibilidad, echar abajo las barreras y dejarse invadir por su grito y auxilio. Los pobres no son un número, tienen nombre y apellido. El peor mal de nuestro mundo es la indiferencia. “Con-muévete” ante el sufrimiento de los débiles.
Propósito
Buscaré hacer un acto de caridad, siendo consciente de que todo lo que hago a uno de estos pequeñitos por amor a Dios, es a Cristo a quien lo hago.
Diálogo con Cristo
Jesús, Tú me conoces bien. Dame fuerzas y una mirada espiritual para descubrirte en mis familiares, en mi vecino, en mi colega de trabajo, en todas las personas que me rodean; tanto con las que me llevo bien, como con las que me caen pesado. Que te vea tanto en el mendigo como en mi patrón, y que pueda transmitirte a ellos. Que mi gran ilusión sea servir y ayudar a mi hermano en todas sus necesidades que me sea posible, para hacer su yugo más leve.
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