Además de felicitar a los Pepes, Pepas y Pepitos, hoy me gustaría que Cordelia nos hiciese un regalo: sólo ella será capaz de contarnos lo que sintió San José cuando el Niño le llamó "abbá" (papá) por primera vez, cuando aprendió a besar y le plantó el primer beso en toda la barba, cuando…
¡Animo, Cordelia! Tú tienes más imaginación y talento. Demuéstralo.
Puedes inspirarte en esta conocida oración, que la Iglesia recomienda a los sacerdotes antes de celebrar la Eucaristía:
¡Oh feliz varón, bienaventurado José, a quien le fue concedido no sólo ver y oír al Dios, a quien muchos reyes quisieron ver y no vieron, oír y no oyeron, sino también abrazarlo, besarlo, vestirlo y custodiarlo!
V. Ruega por nosotros, bienaventurado José.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oración: Oh Dios, que nos concediste el sacerdocio real; te pedimos que, así como san José mereció tratar y llevar en sus brazos con cariño a tu Hijo unigénito, nacido de la Virgen María, hagas que nosotros te sirvamos con corazón limpio y buenas obras, de modo que hoy recibamos dignamente el sacrosanto cuerpo y sangre de tu Hijo, y en la vida futura merezcamos alcanzar el premio eterno. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
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