Comienza la Semana Santa con la gran procesión de ramos, que aclama a Cristo vencedor. Pero nos detenemos para deleitarnos y asumir esa victoria. Nos paramos en la pasión, en la última cena, en el prendimiento, en los azotes, en la condena a muerte, en el camino de la cruz y en su muerte redentora. Y contemplamos el dolor de MarÃa y su fortaleza y su carino ¡Qué dÃas tan hermosos, qué dÃa tan esperados, qué dÃas tan dichosos! ¡Feliz Semana Santa!
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