Cuando comenzó sus estudios de Ingeniería de Caminos, Álvaro del
Portillo no se imaginaba el giro que daría su vida pocos años después.
Aunque era un joven con un ideal profesional definido, siempre estuvo
abierto a que Dios cambiara sus planes. Por eso, primero pidió la
admisión en el Opus Dei y, después, se ordenó sacerdote. Y Dios, hizo
fructificar los sacrificios del futuro beato.
Este vídeo de dos
minutos, que forma parte de la exposición itinerante Un Santo en Datos,
resume la labor de Mons. Álvaro del Portillo en servicio a la Iglesia.
Portillo no se imaginaba el giro que daría su vida pocos años después.
Aunque era un joven con un ideal profesional definido, siempre estuvo
abierto a que Dios cambiara sus planes. Por eso, primero pidió la
admisión en el Opus Dei y, después, se ordenó sacerdote. Y Dios, hizo
fructificar los sacrificios del futuro beato.
Este vídeo de dos
minutos, que forma parte de la exposición itinerante Un Santo en Datos,
resume la labor de Mons. Álvaro del Portillo en servicio a la Iglesia.
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