La alegría de un niño y un padre. La cara lo dice todo.
La verdad es que el foro romano debió ser bonito.
La belleza sacra de la comunión de estas benditas almas.
¿Os he dicho alguna vez que tengo fascinación por las estatuas?
Si no recuerdo mal, éste fue uno de los proyectos que se presentaron para el Capitolio de los Estados Unidos.
Algún día las ventanas de mi habitación serán así.
Precioso icono, preciosísimo. ¡Y qué tengamos que aguantar ciertas imágenes en las iglesias! ¡Fortea for president!
Esto último lo retiro. Podría convertirme en otro Maduro. La apasionante biografía de cómo el padre Fortea se convirtió paso a paso en el presidente vitalicio y líder supremo de Madagascar.







Publicar un comentario