Hace tres años Infocatolica informaba aquí y aquí que, en el país del Papa Francisco, Maradona y el tango, teníamos la dicha de compartir el primer sodo-monio público con bendición sacerdotal y todo.
“Blanca y radiante” iba la novia Luisa Paz, un travesti pasado de pastas a quien su consorte José Coria, esperaba en el altar del Padre Sergio Lamberti, sacerdote diocesano de Santiago del Estero.
- Quelle joie, quel bonheur! –decían en santiagueño.¡Por fin la Iglesia se adaptaba a los signos sexuales de los tiempos!
Pues bien; pasada la luna de miel y los primeros años del matrimonio, lo habitual es que vinieran los hijos pero, sea por haber usado mal del método Billings o por algún problema de infertilidad travestil, hasta ahora no llegan. Pues no importa: si no se los puede traer sí se los puede educar; porque hay que saber “redimir el tiempo”, decía San Pablo, un homófobo como pocos.
Entonces acá va el libro que iba a ser presentado anteayer (se suspendió hasta nuevo aviso) en Santiago del Estero: “El niño homosexual en la escuela primaria y en la Biblia”, una joyita para contrarrestar a tantas señoritas Prim que andan dando vueltas por ahí.
Y para que la cosa tuviese más autoridad y supiesen que la Iglesia ha cambiado, la presentación estaba a cargo no sólo del casamentero Padre Lamberti, y de la monja carmelita Mónica Astorga sino también del eximio e incomprendido biblista, el Pbro. Dr. Ariel Álvarez Valdéz, que ha abandonado el ministerio sacerdotal luego de las censuras romanas, para poder enseñar con mayor libertad. ¡Deo gratias!
Agradecemos y aguardamos este valioso aporte para que nuestros niños puedan crecer desde chiquitos sin esas ideologías ultramontanas del “los niños tienen pene y las niñas vulva” y esperamos que, Mons. Bokalic, obispo de Santiago del Estero, respete esta vez la charla y no salga a censurar ninguna postura -intelectual o corporal- como hizo en el pasado.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi
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