Esta foto es de nuestro último viaje al palacio real de La Granja en Segovia. Hacía un frío terrible. Me gustó mucho el palacio. No el caso de las que aparecen en la foto, pero cuando sales con mujeres de excursión tienes que ir preparado para que pasen dos cosas. La primera es que a las 11.30 una mujer pueda preguntar: ¿cuándo comemos? ¿Pero es que no has desayunado? Sí, sí, por supuesto. ¿Y qué has desayunado? Pues un zumo de naranja y un café. Pues tómate algo allí para aguantar hasta las 2:00. No, no, necesito sentarme y comer ya.
La segunda cosa que también ocurre con frecuencia es que cuanto más friolera sea una mujer más posibilidades hay de que salga de casa sin jersey, sin abrigo y con una ropa totalmente veraniega. Entonces las quejas acerca del frío van reiterándose, hasta que diga: ya no puedo más, necesito entrar en un lugar caliente. Como he advertido previamente, no fue el caso de las que nos acompañaban.
Notas respecto a los posts anteriores: Gracias, Alfonso, por tus comentarios. Alfonso nos explicó los problemas financieros que tuvo la película Silence y que, al final, Scorsese ni siquiera pudo cobrar un salario.
Otro comentarista indicó que la palabra “inquisidor” era inadecuada. Sí, sobre eso ya me di cuenta. La persecución la llevaron a cabo las autoridades civiles. Realmente, no hubo “inquisidores”. No es lo mismo un inquisidor que un gobernador. En el budismo nunca ha existido la figura del inquisidor. Es un detalle que demuestra mucha superficialidad en el guion colocar ese término. Cualquier profesor que hubiera revisado el texto se lo hubiera indicado.
Otro comentarista me pide una palabra acerca de las declaraciones de los obispos malteses acerca de la comunión a los divorciados. No os aseguro nada. Voy a meditarlo y mañana diré algo.
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