En su primer encuentro con los medios de comunicación, el nuevo prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz Braña, manifestó ayer que las prioridades misioneras de la familia espiritual de seguidores de san Josemaría Escrivá serán los jóvenes, la familia, los pobres, los enfermos y la unidad de los cristianos.
El sacerdote español de 72 años, hijo de un militar republicano y nacido en el exilio en París, manifestó agradecimiento por la confianza «de Dios, de los 150 electores de 20 nacionalidades, y del Papa Francisco, que nos ha hecho notar el afecto que siente por nosotros y su esperanza por el trabajo del Opus Dei». Con toda sencillez, Fernando Ocáriz añadió que le domina también un «sentimiento de insuficiencia» como tercer sucesor de san Josemaría y sucesor directo de Javier Echevarría, fallecido el pasado 12 de diciembre.
El nuevo prelado, que lleva ya la cruz pectoral y el anillo aunque su ordenación episcopal será todavía más adelante, muy probablemente a manos del Papa Francisco, afirmó que las prioridades del Opus Dei coinciden, lógicamente, con «los grandes desafíos para los cristianos y para la sociedad civil en general».
Como su elección el lunes por la tarde se ha producido en la semana de oración por la unidad de los cristianos, Ocáriz se extendió comentando que el Opus Dei cuenta con cooperadores no católicos y no cristianos desde 1950, ya que, dijo, «nosotros no debemos ser gente de enfrentamientos sino constructores de puentes. No siempre estamos de acuerdo en todo, pero somos amigos y nos tratamos con afecto, con amistad».
Con buen humor, matizó que las prioridades son evidentes pero, en cambio, el programa del Opus Dei para los próximos ocho años «no sabría decirlo porque esto lo decidirá el Congreso» que continúa su trabajo toda esta semana. La asamblea elige también por voto individual secreto (y a propuesta del prelado) a los sacerdotes que serán sus vicarios en Roma y en cada una de las 49 circunscripciones que reúnen a 67 países, así como a los miembros de los consejos de gobierno generales y nacionales.
Aunque los cambios de directoras y directores pueden ser abundantes, los 92.600 fieles del Opus Dei, entre los que figuran 2.083 sacerdotes incardinados en la prelatura, continúan su vida y su actividad normal, buscando la santidad y la acción misionera en su familia y trabajo, con un fuerte sentido de responsabilidad personal.
abc.es
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