Santos Timoteo y Tito, obispos
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos: Tenemos plena seguridad de que podemos entrar en el Santuario por la sangre de Jesús, siguiendo el camino nuevo y viviente que él nos abrió a través del velo del Templo, que es su carne. También tenemos un Sumo Sacerdote insigne al frente de la casa de Dios. Acerquémonos, entonces, con un corazón sincero y llenos de fe, purificados interiormente de toda mala conciencia y con el cuerpo lavado por el agua pura. Mantengamos firmemente la confesión de nuestra esperanza, porque aquel que ha hecho la promesa es fiel. Velemos los unos por los otros, para estimularnos en el amor y en las buenas obras. No desertemos de nuestras asambleas, como suelen hacerlo algunos; al contrario, animémonos mutuamente, tanto más cuanto que vemos acercarse el día.
Palabra de Dios.
Comentario
Hasta aquí, el autor centró su exposición en el misterio del sacerdocio de Cristo. Ahora quiere que volvamos la mirada a nuestra vida cotidiana y a nuestros hermanos en la fe. Quienes creemos que Cristo nos ha conseguido el perdón de los pecados, formamos la asamblea de los creyentes. Animémosnos unos a otros, participemos juntos de la celebración y la oración, porque así damos culto al Dios vivo.
Sal 23, 1-6
R. ¡Felices los que buscan al Señor!
Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes, porque él la fundó sobre los mares, él la afirmó sobre las corrientes del océano. R.
¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado? El que tiene las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a los ídolos ni jura falsamente. R.
Él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su salvador. Así son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. R.
Aleluya Sal 118, 105
Aleluya. Tu palabra es una lámpara para mis pasos, y una luz en mi camino. Aleluya.
Evangelio Mc 4, 21-25
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús decía a la multitud: “¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse. ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!”. Y les decía: “¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía. Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene”.
Palabra del Señor.
Comentario
“La lámpara, símbolo de la luz, representa la Buena Noticia que debe ser proclamada sin miedo, ‘a tiempo y a destiempo’, para que toda la humanidad se beneficie de su resplandor. Esta Palabra, que los enemigos del proyecto de Dios habían ocultado y encubierto, ahora es revelada por Jesús”.
Oración introductoria
Señor, te doy gracias por tu inmensa bondad que me permite acercarme a Ti en la oración. Ayúdame a vivir para Ti, conforma mi vida contigo, de modo que esté siempre unido a Ti y pueda ser una criatura nueva.
Petición
Señor, concédeme la gracia de vivir siempre con fe y caridad y dar testimonio de ello a los demás.
Meditación
Hoy, Jesús nos explica el secreto del Reino. Incluso utiliza una cierta ironía para mostrarnos que la “energía” interna que tiene la Palabra de Dios, la fuerza expansiva que debe extenderse por todo el mundo, es como una luz, y que esta luz no puede ponerse «debajo del celemín o debajo del lecho» (Mc 4,21).
La Sagrada Escritura hay que saber interpretarla debidamente, con la ayuda del Espíritu Santo, recurriendo a pasajes paralelos, a la interpretación de los Santos Padres, el Magisterio de la Iglesia, y los teólogos y escrituristas. Y es necesario que la versión, o tradución, que se haga de la Biblia sea comprensible para que facilite la correcta interpretación.
Jesús les habla en parábolas para que comprendan mejor, pero es inútil, porque no entienden ni quieren entender, y en ellos se cumple la profecía de Isaías que se incluye en el texto de Mateo. O sea, no les habla en parábolas para que no entiendan sino todo lo contrario, para que entiendan mejor. ¿No pasa esto mismo hoy a muchos que no se enteran de nada, porque no quieren enterarse? Y eso aunque se les explique mil veces, y con todos los ejemplos del mundo. No hay más sordo que el que no quiere oír.
¿Acaso podemos imaginarnos la estupidez humana que sería colocar la vela encendida debajo de la cama? ¡Cristianos con la luz apagada o con la luz encendida con la prohibición de iluminar! Esto sucede cuando no ponemos al servicio de la fe la plenitud de nuestros conocimientos y de nuestro amor.
El Evangelio es un santo arrebato de Amor apasionado que quiere comunicarse, que necesita “decirse”, que lleva en sí una exigencia de crecimiento personal, de madurez interior, y de servicio a los otros.
No podemos permitir que la Palabra que Cristo sembrada en nuestros corazones sea arrebatada, por los pájaros del desinterés, las ambiciones, el aprovechamiento de los demás, la dureza de corazón frente al dolor de los demás, el orgullo de creernos superiores.
Debemos limpiar nuestro corazón de todos esos pedruscos de la inconstancia que no permiten que la Palabra eche raíces profundas. ¡Cuántas promesas hacemos! ¡Cuántos propósitos que no cumplimos!
Cristo nos mide con la vara de su misericordia, de su amor, nos perdona siempre y nosotros a veces somos muy duros para juzgar a los demás. Respondamos a Cristo con ese amor a los que están más cerca de nosotros, midiendolos con los ojos de Cristo, con amor y caridad.
Que la luz de Cristo brille siempre en nosotros, para que podamos dar a los demás ese reflejo de Dios.
Propósito
Hacer todo movido por el amor a Dios, con pureza de intención, confiando que con Él todo es posible.
Diálogo con Cristo
Gracias, Señor, por esta meditación que me recordó que debo ser luz para los demás y eso sólo lo voy a lograr si Tú vienes a hacer tu morada en mí. Quiero hacer todo movido por el amor, únicamente así tendré la fuerza para amar a los demás con sinceridad, con desinterés, con pureza de intención, sin esperar nada a cambio.
Publicar un comentario