Dios tendrá misericordia incluso de los condenados, la misericordia divina llega incluso al lugar del llanto eterno. Pues el Padre amoroso no dejará abandonados del todo a los réprobos, de lo contrario se devorarían entre ellos. Es cierto que entre ellos se atacarán, se odiarán, se tratarán de hacer daño. No tienen cuerpo, así que es un daño espiritual con la palabra, digámoslo así.
Pero Dios impondrá ciertos límites. Incluso los abandonados no estarán abandonados del todo. Lo mismo que Dios puso las ciudades-refugio en Israel para los criminales, yo supongo que el infierno tendrá espacios donde los más atacados puedan refugiarse, donde puedan quedarse solos, tranquilos, y esperar a que se olviden un poco de ellos, a que las pasiones de odio disminuyan.
Sin duda, Dios interviene para que en el mismo infierno haya ciertas reglas, ciertos límites y sus hijos no queden en la más total indefensión frente al odio y crueldad de los peores.
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