La liturgia diaria meditada - La suegra de Simón estaba en cama con fiebre (Mc 1, 29-39) 04/02

Domingo 04 de Febrero de 2018
5º domingo durante el año
Verde.

Semana I para el salterio.

Martirologio Romano: En Bourges, de Aquitania, santa Juana de Valois, que siendo reina de Francia, al ser declarado nulo su matrimonio con Luis XII se dedicó a servir a Dios, cultivando una especial piedad hacia la Santa Cruz y fundando la Orden de la Santísima Anunciación de la Santa Virgen María (+1505 dC). Fecha de canoización: 28 de mayo de 1950 por el Papa Pío XII.

Antífona de entrada          Sal 94, 6-7
Vengan, inclinémonos para adorar a Dios, doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó; porque él es nuestro Dios.
Oración colecta     
Dios nuestro, cuida a tu familia con incansable bondad, y, ya que sólo en ti ha puesto su esperanza, defiéndela siempre con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas        
Señor y Dios nuestro, que has creado los frutos de la tierra para sostener nuestra fragilidad, haz que estos dones se conviertan en sacramento de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión        cf. Sal 106, 8-9
Den gracias al Señor por su misericordia y por sus maravillas en favor de los hombres, porque él sació a los que sufrían sed y colmó de bienes a los hambrientos.
O bien:         Mt 5, 4.6
Felices los afligidos, porque serán consolados. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Oración después de la comunión
Señor, que nos hiciste compartir el mismo pan y el mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera que, unidos en Cristo, demos fruto con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
1ª Lectura    Job 7, 1-4. 6-7
Lectura del libro de Job.
Job habló diciendo: ¿No es una servidumbre la vida del hombre sobre la tierra? ¿No son sus jornadas las de un asalariado? Como un esclavo que suspira por la sombra, como un asalariado que espera su jornal, así me han tocado en herencia meses vacíos, me han sido asignadas noches de dolor. Al acostarme, pienso: “¿Cuándo me levantaré?”. Pero la noche se hace muy larga y soy presa de la inquietud hasta la aurora. Mis días corrieron más veloces que una lanzadera: al terminarse el hilo, llegaron a su fin. Recuerda que mi vida es un soplo y que mis ojos no verán más la felicidad.
Palabra de Dios.
Comentario
Job siente que la vida le pesa, ya nada lo satisface y sólo “dura” en lugar de vivir. No tiene un proyecto de vida que lo motive para salir del letargo. Su dolor, como el nuestro, clama ser redimido para que esa salvación lo vuelva a poner de pie. Y esto precisamente viene de Dios. Dejemos que el Señor mismo redima nuestro dolor, y pidamos su asistencia para poder liberar el dolor de nuestros hermanos.
Salmo 146, 1-6
R. Alaben al Señor, que sana a los afligidos.
¡Qué bueno es cantar a nuestro Dios, 
qué agradable y merecida es su alabanza! 
El Señor reconstruye a Jerusalén 
y congrega a los dispersos de Israel. R.
Sana a los que están afligidos 
y les venda las heridas. 
Él cuenta el número de las estrellas 
y llama a cada una por su nombre. R.
Nuestro Señor es grande y poderoso, 
su inteligencia no tiene medida. 
El Señor eleva a los oprimidos 
y humilla a los malvados hasta el polvo. R.
2ª Lectura    1Cor 9, 16-19. 22-23
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Si anuncio el Evangelio, no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio! Si yo realizara esta tarea por iniciativa propia, merecería ser recompensado, pero si lo hago por necesidad, quiere decir que se me ha confiado una misión. ¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Predicar gratuitamente el Evangelio, renunciando al derecho que esa Buena Noticia me confiere. En efecto, siendo libre, me hice esclavo de todos, para ganar al mayor número posible. Y me hice débil con los débiles, para ganar a los débiles. Me hice todo para todos, para ganar por lo menos a algunos, a cualquier precio. Y todo esto, por amor a la Buena Noticia, a fin de poder participar de sus bienes.
Palabra de Dios.
Comentario
San Pablo no siente el anuncio del Evangelio como una carga, sino como una responsabilidad. Él mismo considera que su misión es predicar a todo el mundo. Y en la misión misma está la recompensa, no hay un “bono extra”. Anunciar a Cristo, eso solo, y eso mismo, es la retribución a su misión.
Aleluya        Mt 8, 17
Aleluya. Cristo tomó nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras enfermedades. Aleluya.
Evangelio     Mc 1, 29-39
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron de inmediato. Él se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no tuvo más fiebre y se puso a servirlos. Al atardecer, después de ponerse el sol, le llevaron a todos los enfermos y endemoniados, y la ciudad entera se reunió delante de la puerta. Jesús sanó a muchos enfermos, que sufrían de diversos males, y expulsó a muchos demonios; pero a éstos no los dejaba hablar, porque sabían quién era él. Por la mañana, antes que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando. Simón salió a buscarlo con sus compañeros, y cuando lo encontraron, le dijeron: “Todos te andan buscando”. Él les respondió: “Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido”. Y fue por toda la Galilea, predicando en las sinagogas de ellos y expulsando demonios.
Palabra del Señor.
Comentario
Los movimientos de Jesús son cautivantes: “Se acercó a la mujer”, “la tomó de la mano” y “la levantó”. Y la mujer, quizás mirando a Jesús, deja que él actúe, le deja hacer lo que tiene que hacer. Confía, se entrega, espera... Y así como ella, lo hicieron también todos esos enfermos y atormentados que se acercaron hasta Jesús con sus cargas y sus dolores, confiando en que en él encontrarían liberación.
Oración introductoria
Jesús, Tú si sabías darle el lugar que le corresponde a tu Padre en tu vida. Ni los milagros, ni la atención a tus discípulos te hacían olvidar lo fundamental: la oración. Permite que yo sepa vivir tu estilo de vida, quiero enamorarme más de Ti en esta oración para poder ser fiel a mi vida de oración y, así, convertirme en un propagador de tu amor entre todos los hombres.
Señor, ayúdame a orar y a dialogar con tu Padre como Tú lo hacías.
Meditación 
1. Rezar: Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Quizá , los tres verbos que mejor definen la acción de Jesús, mientras estuvo en la tierra con nosotros, sean estos tres verbos: rezar, predicar, curar, tal como aparecen escritos hoy en este relato del evangelio según san Marcos. Antes de salir al encuentro con la gente sentía la necesidad de ponerse en comunión directa con su padre, Dios, y llenar su alma humana de fuerza y energía divina. A Jesucristo, como hombre verdadero que era, el trabajo le cansaba y terminaba el día, física y psicológicamente agotado. Necesitaba descansar físicamente por la noche después de haber trabajado intensamente durante el día y, antes de comenzar el duro trabajo del día que empezaba, necesitaba llenar el alma, poniéndose en contacto directo con su Padre. Esto mismo es lo que han intentado hacer siempre los santos, monjes y monjas, misioneros, laicos, y toda persona que se disponga a trabajar intensamente durante todo el día, en nombre de Dios. Esto mismo es lo que debemos hacer todos y cada uno de nosotros, cada mañana, antes de ponernos a trabajar con ilusión y empuje en lo que nos toque.
2. Predicar: Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido. Este fue el mandato que les dio Jesús a sus discípulos, antes de partir definitivamente hacia el Padre: id al mundo entero y predicad el evangelio. En la segunda lectura de este mismo domingo vemos cómo san Pablo les dice a los cristianos de Corinto que él no tiene más remedio que predicar el evangelio y que ¡ay de mí si no anuncio el evangelio! La misión principal de la Iglesia es evangelizar; una Iglesia que no evangeliza no es fiel al mandato de Cristo. Todos los cristianos tenemos la vocación de evangelizar y debemos estar dispuestos a hacerlo libremente y de lleno, como san Pablo, haciéndonos débiles con los débiles y servidores de todos.
3. Curar: La suegra de Simón estaba en la cama con fiebre. Jesús se acercó, la tomo de la mano y la levanto… Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios. Las gentes de Galilea admiraban a Jesús y le seguían sobre todo por esto: porque hacía milagros y curaba a los enfermos, a los enfermos físicos y a los enfermos psicológicos. Los cuatro evangelios están llenos de relatos de milagros y curaciones de Jesús. Cuando Jesús va a su ciudad, a Nazaret, allí sus paisanos se sienten desilusionados porque allí no ha hecho tantos milagros como han oído que ha hecho en Cafarnaúm. Al pueblo, a la gente sencilla, le impresionan más los hechos que las doctrinas; admiran más a los santos que a los teólogos. Esto es algo que debemos tener en cuenta todos los cristianos y la Iglesia de Cristo, en general: aunque todo es necesario, el hacer el bien a los demás es prioritario, anterior a la predicación. A nuestros misioneros se les admira y se les sigue hoy, más por el bien que hacen, que por la doctrina que predican.
4. Alabad al Señor, que sana los corazones destrozados. Este salmo 146 es aplicable a la acción de Jesús, del Mesías: Jesús no vino al mundo para juzgar al mundo, sino para salvarlo. La acción de Jesús está principalmente dirigida a las personas más necesitadas y destrozadas; a los enfermos, a los pecadores, a las mujeres marginadas, a la gente sencilla. No vino a buscar a los santos, sino a los pecadores, no atendió preferentemente a las noventa y nueve ovejas que estaban en dentro del redil, sino a la oveja perdida. Nuestro cristianismo tradicional y heredado debe hacer examen de conciencia sobre esto: hasta qué punto nuestra Iglesia ha vivido siempre volcada hacia los que están dentro, a los que nos son fieles. Es evidente que esto es lo más fácil, y hasta lo más lógico e inmediato, pero si la Iglesia de Cristo quiere ser fiel a Cristo, deberá hacer un esfuerzo supremo para llegar de alguna manera a los que están lejos, a tantos corazones destrozados que se están muriendo de soledad y abandono en las cunetas de la vida.
Propósito
Oración confiada para no dejar que la duda o la angustia me domine cuando surjan los problemas de la vida.
Diálogo con Cristo
¡Cuánto me enseña este pasaje del Evangelio! Ahora comprendo la importancia de la oración y el cómo vivir los acontecimientos difíciles de la vida: con paciencia, ánimo y esperanza. Gracias, Señor, por llevarme de tu mano y permite que, al igual que la suegra de Pedro, me ponga a servir a los demás. Dame la gracia de identificarme contigo para pensar como Tú, sentir como Tú, amar como Tú y vivir como Tú.

Let's block ads! (Why?)

06:48

Publicar un comentario

[facebook][blogger]

SacerdotesCatolicos

{facebook#https://www.facebook.com/pg/sacerdotes.catolicos.evangelizando} {twitter#https://twitter.com/ofsmexico} {google-plus#https://plus.google.com/+SacerdotesCatolicos} {pinterest#} {youtube#https://www.youtube.com/channel/UCfnrkUkpqrCpGFluxeM6-LA} {instagram#}

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets