Aunque las había terminado hace unas semanas, hoy las hice públicas en la parroquia mediante una hojita repartida a los feligreses.
Como cada año les agradezco su generosidad, que hace posible el gran milagro de matener nuestro patrimonio, servir a la comunidad parroquial y ayudar a los necesitados, sin olvidarnos de las necesidades de las misiones.
Y, como cada año también, les animo a seguir colaborando y a incrementar la generosidad y solidaridad ¡Mil gracias!
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