El profesor José Luis Pastor nos ha enseñado con su buen saber pedagógico que la transmisión actual de la fe se realiza más eficazmente no sólo con buenas intenciones, o haciendo lo que siempre se hizo, sino procurándo la ayuda de los nuevos y abundantes recursos pedagógicos de los que disponemos hoy.
Nos ha recordado que la parroquia debe seguir siendo un espacio natural donde anunciar el Evangelio, pappra lo cual hay que recuperar la "seriedad eucarística", facilitar el acceso al sacramento de la penitencia y promover el acompañamiento espiritual. Y atender con cariño y esperanza a enfermos, moribundos y a todos los que padecen dolor.
Despúes, en un diálogo muy participado y apasionado, nos ha animado a no acomplejarnos, ir a lo esencial y no quedarnos anquilosados, sino ponernos al día y hablar el lenguaje de hoy, dando testimonio con la vida y llevando a todos al encuentro con Dios, donde Él ha querido quedarse en los sacramentos de su Iglesia.
Le agradezco de veras su claridad y su contagioso optimismo.
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