Si yo tuviera que morirme, no digo ahora mismo, pero sí dentro de una semana o diez días, pediría el sacramento de la unción de los enfermos. Pero imaginemos que soy un laico: me gustaría saber más sobre este sacramento.
Fue por esta razón por la que escribí una obrita pequeña que explicara este misterio divino colocado por la voluntad de Dios al final de la vida. A esta obrita le puse como título La magna unción final.
No se trata de una gran obra teológica. Solo son algunas consideraciones y explicaciones para el que quiere saber qué es ese sacramento y cómo prepararse. Lo podéis descargar en Biblioteca Forteniana.
Ésta es una de esas obras sin pretensiones que algunos autores prolíficos, demasiado prolíficos, escriben. Una obra menor, al fin y al cabo, pero honrada. Eso sí, es el resultado de haber reflexionado sobre este sacramento durante casi un lustro en el hospital, administrando tantas veces este sacramento. La escribí porque podía hacer bien a algunas personas. No pretendí nada más.
Se la podéis pasar a familiares que estén enfermos o (pensando en el futuro) a vuestro párroco, o a vuestro director espiritual del Opus Dei, o a vuestro abad, o a vuestro catequista del camino neocatecumenal. Es una obra provechosa para el cardenal y para el canónigo, para el supernumerario y para el que va a misa cuatro veces al año.
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