Del Vatican Insider
“Paraguay está dominado por la corrupción, ese es su problema principal”. No duda el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela Mellid, en reconocer que la inequidad rural y la pobreza extrema laceran el corazón del Paraguay. Y está seguro que el Papa Francisco tocará ese tema durante su visita al país, del 10 al 12 de julio, tras su paso por Ecuador y Bolivia.
¿Cómo están preparados para la visita del Papa?
Durante la preparación ha habido mucha armonía entre la comisión del gobierno y la comisión de la Iglesia. Se ha distribuido el trabajo con inteligencia. Le pedimos al gobierno que ellos se ocupen de las infraestructuras, de la seguridad y de la construcción de los altares o escenarios, del equipo de sonido, que es costosísimo, y de las pantallas gigantes. También hemos pedido que todas las personas acreditadas pasen previamente por la seguridad del Estado y no tengamos ningún incidente, defendamos la vida del Papa y de la gente.
¿Cuál fue el desafío organizativo más importante de la visita?
El gran desafío era organizar a los servidores del Papa, los voluntarios. Al principio hubo mucha resistencia, no se si no querían afrontar el trabajo serio de pasar horas codo a codo, protegiendo a la población y protegiendo al Papa. Pero hicimos una buena promoción y logramos la inscripción de 80 mil personas. La mayoría, casi un 60 por ciento, tienen menos de 30 años. El 45 por ciento son mujeres. La mitad son de Asunción y el resto del interior del país.
¿Y cómo se coordinarán?
Se crearon dos grandes comisiones: la de liturgia y espiritualidad, y la de comunicaciones. Estas tienen las subcomisiones de hospitalidad, de servidores, de recaudación de fondos y de logística. Gracias a Dios el pueblo paraguayo ha sido muy generoso y hemos alcanzado a pagar el costo de los voluntarios. Unos 20 mil voluntarios vienen del interior del Paraguay, de distancias de 300 o 400 kilómetros. Ellos necesitan buses y en Asunción hay que darles la hospitalidad y la alimentación.
También destaca el enorme retablo que presidirá la misa papal el domingo 12 de julio en Asunción.
El otro gran proyecto fue realizar ese retablo que estará presidiendo el altar mayor en la misa multitudinaria del Papa. Fue ideado por los obispos y se le propuso al artista Coqui Ruíz, quien quiso realizar un trabajo con su pueblo y recibió las cosechas de muchos granos. Está formado por miles de granos de maíz, calabaza y otras legumbres. Reproduce las técnicas de la reducciones jesuitas, que los sacerdotes enseñaban a los indígenas. Es una obra de arte que se pudo pagar con 50 mil dólares, pero quedará para la historia.
En su reciente encíclica Laudato Si’ el Papa citó un documento de la conferencia episcopal paraguaya, ¿el tema ecológico estará presente?
Citó una parte en la cual se afirma que el campesino tiene derecho a todo el engranaje de su vida social, de su educación, salud y de la protección del Estado. Este continúa siendo un tema candente. Muchos de ellos han vendido su tierra a los grandes productores de soja, los ganaderos de las grandes estancias. Con esto se sacrifica a las familias de los campesinos, yo creo que él hablará de volver a una producción familiar, donde todos pueden aportar a una cooperativa y pueden tener las ventajas disminuyendo la desocupación y aumentando los beneficios para las familias.
¿En qué momento histórico Paraguay recibe al Papa?
El momento histórico que vivimos es distinto al de la primera visita del Papa Juan Pablo II. Nuestro país vive en democracia pero debe luchar contra la corrupción, porque está dominado por la corrupción, ese es el problema principal. Un gran desequilibrio entre los agroganaderos, que tienen mucho dinero y viven de la explotación pero se cierran en sus intereses y no ven a la otra población. Tenemos un 14 por ciento de máxima pobreza y se nota en Asunción, cuando uno visita, al lado del río Paraguay todas las villas miseria. Casi 105 mil personas viven ahí y es numeroso con respecto a los dos millones de habitantes de la ciudad.
¿El Papa tendrá un mensaje en este sentido?
Evidentemente. Dirá con las palabras tan geniales de él que estamos llamados a una solidaridad y una justicia a favor de cada ciudadano paraguayo que debe ser protegido, educado y desarrollado plenamente.
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