Amar a los enemigos hace que nos asemejemos a Jesús, si bien es difícil. Es el tema que el Papa trató en la homilía de la misa de esta mañana. Con el perdón, con el amor al enemigo, nos volvemos más pobres: el amor nos empobrece, peso esa pobreza es semilla de fecundidad y de amor para los demás. Como la pobreza de Jesús se ha convertido en gracia de salvación para todos nosotros, riqueza... Pensemos hoy en la misa, pensemos en nuestros enemigos, en los que no nos quieren: sería bello que ofreciéramos la misa por ellos: Jesús, el sacrificio de Jesús, por ellos, por los que no nos aman. Y también por nosotros, para que el Señor nos enseñe esta sabiduría tan difícil, pero tan bella, porque nos hace semeja ...
Publicar un comentario