No nos hemos visto, pero hemos hablado por teléfono. Es una familia amiga de mis años en Guatemala, ha sido bendecida por Dios con un hijo seminarista, una hija religiosa y una sobrina también religiosa. Los tres se forman en España y han venido a visitarlos. Qué alegría me ha dado poder comunicarme con esta familia y saber de esta gran bendición de vocaciones. Los encomiendo y me gozo con ellos.
En la foto, con el hijo seminarista hace unas semanas aquí en Logroño.
Publicar un comentario