Lo sabemos todos: Podemos es un resumen de lo peor. Pero, por si alguien se olvida, ellos mismos – los podemitas - nos lo recuerdan. El líder supremo de este partido dice de sí mismo, siempre, que es comunista.
Me cuesta mucho entender que alguien que se define como “comunista” tenga la cara dura de recriminarle a nadie una determinada conducta.
Yo no sé que exista, ni que haya existido en la historia, algo peor que el comunismo. Sea en la URSS, en China, en Corea, en Cuba… Donde han triunfado (los comunistas) han implantado el imperio del mal. Pero sí que han sido –eso hay que reconocerlo - muy hábiles a la hora de convertir sus crímenes en méritos.
Hitler era un tirano. Un asco de hombre y de político. Pero lo peor de Hitler, indirectamente, fue la legitimación de Stalin. Los comunistas de Stalin ayudaron a acabar con un régimen asesino como el de Hitler. ¿A qué precio? A uno muy alto, al precio de legitimar sus propios regímenes – comunistas –, de represión de las libertades y de asesinatos. Igual de malos, y hasta peores, que el de Hitler – un espanto de gobernante - .
Cuesta creer que media Europa haya estado sometida a esa tiranía. Y cuesta mucho más creer que, incluso hoy, si la tiranía es esa, se evalúa con mayor condescendencia. Si el asesino se llama Lenin, o Stalin, o Castro, sale gratis.
Si, en cambio, se habla de otros personajes históricos – por ejemplo, de Franco – uno se convierte en defensor de la peor de las dictaduras. Yo tenía muy pocos años cuando murió Franco. No soy franquista. No me gusta el Valle de los Caídos. Soy más o menos simpatizante de un liberalismo conservador.
Da igual lo que diga. Da igual. Contra Franco, vale todo. Contra Lenin, Stalin, Castro, Kim-Jong-Um… ya vale menos.
Por mí, que dejen a Franco en paz en el Valle de los Caídos. Ha gustado a muchos, a muchos otros no. Pero está muerto y en un lugar en donde no molesta a nadie. Si de mí dependiese, allí seguirían sus restos mortales.
Para otros, no vale. Otros añoran, son comunistas, lo digan o no, que haya un mausoleo en una Plaza Roja.
¿A quién irían a venerar? ¿Al nuevo Lenin, a Pablo Iglesias?
Bueno, no sé si Pablo Iglesias ha entendido del todo que, si él desea ser la nueva momia, ha de morirse. Con estas gentes de Podemos nunca se sabe. Solo cabe esperar de ellos lo mismo: Lo peor.
Guillermo Juan Morado.
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