Homilías del Papa y Temas sacerdotales
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¿Qué significa la tentación?
por Card. Rubén Salazar Gómez
Empezamos el tiempo de Cuaresma, es el tiempo de preparación inmediata para la celebración de la Pascua.
Por eso se interrumpe el tiempo Ordinario, para vivir este tiempo Especial, que es un tiempo de escucha de la Palabra de Dios, es un tiempo de conversión, es un tiempo de preparación para vivir con Cristo su pascua.
Se nos habla em el Evangelio de Marcos, de que el Señor antes de empezar su ministerio, se retiró al desierto y allí fue tentado, la tentación, está indudablemente es uno de los aspectos permanentes en nuestra vida.
Que significa la tentación, significa que Dios nos ha creado libres, y por lo tanto nosotros somos los que decidimos acerca de nuestra vida. Nosotros somos los que tomamos las decisiones permanentemente para que nuestra vida sea así o asá, todos los días de mil maneras estamos tomando decisiones, ahora hemos sido creados para el bien y por lo tanto la tendencia espontánea nuestra es el bien hacer el bien y que todas nuestras decisiones tiendan a hacer el bien de alguna manera, nos llama la atención sino el bien pero hay un problema y es que muchas veces el mal se nos presenta con la apariencia de bien y entonces ahí es donde puede surgir la tentación, en el sentido de que si nosotros no estamos muy alerta si no somos duchos en el arte de discernir el bien del mal, indudablemente podemos caer en la trampa y elegir el mal creyendo que estamos eligiendo el bien.
Nunca el pecado se nos presenta como pecado nunca el pecado se nos presenta como mal a nosotros siempre se nos presenta como algo que nos conviene como algo que podría ser bien para mí. Por ejemplo pensemos en el robar es malo porque es arrancarle es quitarle a alguien lo que posee pero el que roba no piensa que está cometiendo algo indebido está creyendo y todos los días se mete más en la cabeza, que tiene derecho a robar de apoderarse del bien de los demás.
Ahí está la tentación, cuando el mal se presenta bajo apariencia de bien, por eso una obligación permanente nuestra, es descubrir cada vez con mayor claridad, cuál es el bien, cuál es el bien que debemos buscar, cuál es el bien que debemos elegir, cuál es el bien que verdaderamente como bien viene a hacer bien a mi vida, porque si no nos dejamos enredar y entonces caemos en la tentación de decir caemos en aquello que es mal pero que se nos presenta bajo la forma del bien.
¿Cómo hacemos para descubrir entonces cuando es el bien cuando es el mal?, ¿cómo hacemos para ese discernimiento? el Señor nos ha regalado una ayuda maravillosa que su palabra, cuando nosotros estamos atentos a su Palabra la leemos la estudiamos vamos comprendiendo cada vez mejor qué es lo que él quiere de nosotros es decir nuestro bien.
Pero también esa palabra de Dios da para nosotros por la Iglesia la Iglesia es la que nos transmite la palabra de Dios y la Iglesia por lo tanto nos va diciendo cada vez más que es lo que a partir de la Palabra de Dios es el bien para nosotros, es el bien que debemos elegir es el bien que nos puede ayudar a vivir en plenitud.
Las tentaciones de Cristo al inicio de la Cuaresma, nos invitan en primer lugar a que nosotros tomemos conciencia de que el Señor Jesús quiso cargar con todas nuestras dolencias también con la tentación el vino también a sufrir un poquito todo ese problema de no saber a veces muy claramente que es el bien y que es el mal, pero Él supo vencer la tentación y unidos a Él nosotros vamos también a saber vencer la tentación y a poder siempre cuando se nos presenta esa duda, cuando se nos presenta esa incertidumbre acerca de qué es el bien y que es el mal, ser capaces de hacer la elección, la elección correcta, ser capaces de elegir siempre el bien, para poder vivir una vida coherente, una vida sana, una vida útil a los demás.
Al iniciar la Cuaresma pidamos al Señor, que nos ayude durante este tiempo, a descubrir con mayor claridad qué es lo que él quiere de nosotros, para poder reajustar nuestra vida, para poder entrar en ese proceso de conversión y de cambio, porque el reino de Dios ha llegado con Cristo, y por lo tanto tenemos que recibirlo en nuestro corazón, y para ello necesitamos convertirnos.
La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y permanezca para siempre
Amén.
Tentaciones hasta en lo más alto de la Iglesia
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