El consumo de cine y series de televisión empezó a renovarse hace unos años con el cambio tecnológico. Con la llegada de la televisión a Internet y el surgimiento de plataformas digitales el contenido se multiplicó. Y luego, el desembarco de Netflix en muchos países, ha disparado el consumo de series y el público se ha acostumbrado a pagar por el contenido digital.
El modelo de distribución de Netflix, con la entrega de temporadas completas, seguido por otras plataformas y servicios, está provocando otro cambio añadido, el de la “voracidad” de consumición: hemos pasado del contenido a la carta al binge-watching o atracón de series.
La BBC anunció recientemente que las nuevas temporadas de sus series también estarán disponibles a través de streaming, lo que puede animar a HBO a seguir sus pisadas. Ahora la competencia es por tiempo de visionado, hasta llegar al “atracón”.
La pregunta es, ¿cuánto dará de sí el tiempo del espectador, limitado a 24 horas diarias?
John Landgraf, director ejecutivo de FX Networks, piensa que “las empresas audiovisuales están produciendo más programas de los que los espectadores tienen tiempo de ver”, y eso, en su opinión, “perjudica la rentabilidad”.
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Juan Ramón Domínguez Palacios / </span>lacrestadelaola2028.blogspot.com
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