Porque el catequista ha sido, nada menos que nuestro obispo, Don Carlos, que, no pudiendo venir personalmente a confirmar en el mes de abril, como tenemos previsto, ha querido conocer y animar a los que se confirman este año y compartir con ellos y los catequistas unos momentos de convivencia.
Ha sido un tiempo intenso de convivencia, de mutuo conocimiento y de motivación, que nos ha ayudado, tanto a los confirmandos como a los catequistas y al párroco.
Al final hemos compartido la merienda, teniendo tiempo para seguir intercambiando saludos e invitaciones, entre otras, a contestar el cuestionario que se enviará a las parroquias con motivo del próximo Sínodo, que va a tratar sobre los jóvenes.
Gracias, Don Carlos, por habernos animado y acompañado esta tarde ¡Gracias!
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