Es la nueva traducción de las palabras de la consagración sobre el caliz. No restringen el alcance de la salvación obrada por la sangre de Cristo derramada en la cruz, sino que expresan la necesidad de aceptarla o rechazarla libremente por parte nuestra.
La catequesis que hago con motivo del estreno del nuevo misal me trae al recuerdo las realizadas en Sololá con motivo del año de la Eucaristía. Espero que tengan tanto fruto como aquellas.
La foto es de un cuadro valioso de mi diócesis que representa a crito prensado como las uvas para dar el vino sanador de su preciosísima sangre. Y es que una imagen siempre vale más que mil palabras.
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