Mientras continúa el bochornoso linchamiento mediático a Fillon en Francia, ahora le toca el turno a la Le Pen. Claro: no es 100% defendible (en este sentido, su sobrina, parece distinta) pero esta vez al menos fue coherente al romper los muros de lo políticamente correcto. Se ve que el temido “efecto Trump” de los progres, (nos guste o no el personaje del norte) existe también en Europa.
Vale la pena leer lo que dice la francesa acerca de la mujer de Obama.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi
“De ninguna manera voy a llevar un velo”, ha declarado este martes la candidata presidencial del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, en una rueda de prensa en Beirut que cerró la gira oficial de dos días al Líbano. “Considero el velo como un símbolo de sumisión de la mujer. He de decir que cuando Marine Le Pen se niega a llevar el velo en Líbano es criticable, pero cuando Michel Obama lo hace en Arabia Saudí es admirable”, dijo la candidata al Eliseo ante los periodistas congregados. La polémica estalló en la mañana del martes cuando Le Pen canceló la reunión que tenía programada con el líder suní del país, el gran mufti Abdul Latif Deryan, tras negarse a ponerse un pañuelo en el encuentro.
“Había comunicado previamente mi intención de no llevar velo al encuentro y a pesar de ello la reunión con el gran Mufti se mantuvo. Pero al llegar se me pidió cubrirme con el velo y me negué”, ha explicado alegando que no se le exigió cubrirse el cabello durante su reunión con el gran imán de Egipto en 2015. La oficina de Deryan, por su parte, ha emitido un comunicado en el que informa de que ya había advertido al equipo de Le Pen de que tendría que ponerse un velo para dicho encuentro y que habían accedido a ello. La líder del FN se ha mostrado en numerosas ocasiones partidaria en prohibir el uso público del velo y el kipá, un tema siempre rodeado de polémica en Francia. “No será Le Pen quien represente en ninguna forma la emancipación de la mujer en el mundo y mucho menos ante las libanesas”, reacciona en Beirut Rana Saleh, estudiante de informática.
Fuente: El País
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