Tras escuchar la Palabra de Dios en la primera parte de la Misa, viene la LITURGIA EUCARISTICA, que consta de estas oraciones y acciones:
1. PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
Del pan y del vino y de los dones para auxiliar a los necesitados, en representación de nuestras vidas, entregadas a Jesucristo, que se nos entregó primero a nosotros en la Cruz.
2. PLEGARIA EUCARÍSTICA
Oración sacerdotal de la Misa, invocando al Espíritu Santo y dando gracias al Padre, que trae al altar a Cristo sacrificado, rodeado y acogido por el silencio, la oración y la adoración de los fieles.
El sacerdote en la parte central de la PLEGARIA EUCARÍSTICA repite los gestos y palabras de Jesús en la última Cena, renovando y actualizando el acontecimiento salvador por Él realizado. Se perpetuar así el misterio Pascual, cumpliendo el mandamiento del Señor: “Haced esto en memoria mía”. A partir d este momento Cristo se hace realmente presente sobre el altar con su cuerpo, sangre, alma y divinidad. La PLEGARIA concluye con un gran AMÉN, en el que toda la comunidad celebrante expresa la acogida y el asentimiento de la Iglesia al don de la salvación de Dios.
3. PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Rezando y cantando, como Jesús nos enseñó, el PADRE NUESTRO, sabiendo que él ya está en el altar, esperando llegar a nuestro corazón; intercambiando un saludo de paz que nos reconcilia con los hermanos; y partiendo el sacerdote el pan, para significar la entrega y donación de Cristo.
4. COMUNIÓN
Unión con Jesús, presente en la Eucaristía, para consolidar una relación fraternal con Él y con los hermanos. El pan que nos da Cristo es su Cuerpo roto, partido, entregado. Y nosotros, que somos muchos, en la comunión de un solo Pan de vida, Cristo, nos hacemos un solo cuerpo con Él.
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