Orar con insistencia
Golpear a la puerta de la Casa del Padre para rogarle por nuestras necesidades es un derecho de quienes somos hijos de Dios. A esto se le dice oración: es el clamor de un alma que se sabe cercana al creador y por eso no teme importunarlo. Jesús nos enseña que nuestra oración debe ser confiada y persistente. Y nos pone un ejemplo concreto para que descubramos que nunca será desoída por Dios. Sobre esto hablo en este video: (Para leerlo completo haga click en el título. )
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