Muchas iniciativas pastorales de posible buen resultado no llegan siquiera a plantearse en serio abortadas bajo un contundente “es que es un lío”. Todos podemos poner mil ejemplos.
Podíamos hacer, se podría organizar, qué tal si empezáramos… Ya, pero es que es un lío. Evidentemente que toda actividad pastoral es un lío. Un simple horario de misas ya supone andar de jaleos: abrir las puertas con tiempo, encender la calefacción, preparar el altar, registrar los libros, disponer de formas y vino, contar con ornamentos, vasos y demás objetos litúrgicos… amén de lo que se gasta en luz, y limpieza y todas esas cosas, para que luego vengan cuatro. Si es por eso, mejor nos cargamos el horario de misas.
Y si esto pasa con las misas, no quiero abundar en otras cosas. ¿Rezar el rosario? Ya, a ver quién abre, quién cierra, quién se encarga de rezarlo, y de estar atentos por si se cuela alguien. ¿Adoración al Santísimo aunque sea algunas horas? Menuda complicación, porque hay que exponer, luego retirar, y no siempre estamos, y te condiciona si tienes que hacer algo y a la gente ya no le van esas cosas. Vale. Sin exposición.
Apenas vienen críos a la catequesis. Podíamos pensar en actividades para que acudan. Más dificultades, porque ya hay que abrir salas, mirar horarios, contar con gente, pensar qué hacer, luego que si los padres no colaboran, o que si pasa algo, o que si… Es que es un lío.
¿Horario de confesiones? Ganas de enredarnos. El que quiera confesarse que lo pida, porque no te vas a estar en el confesionario cuando hay otras cosas que hacer. Y además cómo vas a tener la iglesia abierta, fíjate si pasa algo.
¿Cáritas dices? Si tiene problemas que vayan al ayuntamiento. Se te llena esto de gente rara, que lo mismo vienen a robar, y alimentos no podemos almacenar porque se nos llena esto de ratones. Ropa menos, que es poco higiénica. Nosotros poco podemos hacer.
Pues si no podemos hacer nada en la parroquia podíamos intentar lo de visitar familias. ¡Eso menos! Según están las cosas nos pueden echar a patadas y acusarnos de no respetar a la gente. Eso ni se nos ocurra.
¿Religiosidad popular? ¿Volver a hermandades y procesiones? Si hombre, para que luego las hermandades mangoneen todo. Y por otra parte no vamos a sacar las imágenes a la calle, porque hay que avisar al ayuntamiento, cortar el tráfico, hacer un seguro. Es un lio.
En un momento nos hemos cargado toda la vida parroquial porque es un lío. Lo único que no nos complica demasiado la vida es decir la misa y jugar al mus.
Al revés tendríamos que funcionar. Se hace, se prepara, se organiza, se intenta, se intenta otra vez y otra y otra, se ofrecen cosas, se piensa cómo llegar a uno solo, aunque sea a uno solo, y si es un lío pues mejor. Ya nos apañaremos.
No sé si me explico…
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