Desde este deseo del santo padre, un servidor humildemente suplica que sean públicas las intervenciones de los padres sinodales. Por supuesto que no me refiero a las discusiones en el seno de los círculos menores, pero sí a las intervenciones de los padres en el plenario.
Cada día nos llegan rumores y filtraciones. Que si un arzobispo canadiense, monseñor Duracher, pide ordenación de diaconisas, otro, el cardenal Napier, que tranquilos que no parece que haya manipulaciones. Que si Moisés, la dureza de corazón y la misericordia, que dijo el cardenal Lacunza, al que parece replicó el patriarca melquita.
Son meros ejemplos de cosas que vienen aconteciendo en la asamblea sinodal y que llegan a los fieles gracias a que un obispo comenta, otro dice que han dicho, y el de más allá que miren esta mañana por dónde ha ido la cosa.
Familia. Sínodo que está levantando tremenda expectación y no poca preocupación. ¿Acaso los fieles de la Iglesia que no estamos allá dentro, obispos, sacerdotes, religiosos, laicos no tendremos más información que una exhortación postsinodal y cuando llegue? Con cerca de 250 participantes, no van a pretender el silencio absoluto, porque ya se sabe que quien más y quien menos va soltando cosas a sus amigos obispos, periodistas o lo que fueren y las cosas se van filtrando y además siempre de forma torticera, porque no es igual lo que se dice que se ha dicho, que la intervención exacta. Tampoco basta el resumen del P. Lombardi.
En aras de la transparencia, de dejar de considerar infantil al pueblo de Dios y de paso que cada fiel conozca lo mejor posible qué piensan sus obispos ¿sería tan complicado que al acabar cada jornada se hiciese llegar a los medios el texto completo de las intervenciones de los padres en la asamblea sinodal?
El santo padre se ha mostrado en múltiples ocasiones completamente contrario a los dimes y diretes en la vida de la iglesia, como no podía ser de otra manera. Pues que no nos pase en el Sínodo: luz y taquígrafos. Y no solo eso, yo pediría incluso retransmisión en directo de la asamblea sinodal. Insisto, no comisiones, no grupos menores, pero ¿por qué no asamblea? Por ejemplo, tras la petición de Durcher parece ser –qué mala cosa eso de parece ser- que hubo padres sinodales que aplaudieron. Perfecto. ¿Muchos o pocos, hubo también abucheos, quiénes eran unos y otros? ¿Pasa algo por que se sepa? Es que lo contrario, en estos tiempos de comunicaciones, suena mal y encima garantiza poco. Anda que no es fácil con el móvil sacar fotos, grabar… Y eso es peor.
Luz y taquígrafos. Retransmisión en directo de la asamblea. Texto íntegro de las intervenciones de cada padre en la asamblea. ¿Dónde está el problema? ¿Miedo a algo, a alguien? Y mejor aún, saber quiénes se opondrían a la retransmisión en directo y a la entrega de la propia intervención, porque sería de los más esclarecedor.
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