Algo podemos hacer contra el hambre en el mundo y, cada año, Manos Unidas nos ofrece la posibilidad de colaborar en proyectos ambiciosos que la combaten de raiz. Con nuestra aportación en la colecta dominical y las aportaciones de toda la diócesis nos encargaremos de cinco proyectos en Africa y Asia: escuelas, dispensarios y hasta un pozo de agua. Confío en la generosidad de mi feligresía. Gracias de antemano a todos los que colaboran.
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