Hoy el Serantes ha amanecido así; envuelto en una luz anaranjada, el cielo azul al fondo, una nube gris en lo más alto y una brisa fría del mar que anuncia el cambio de tiempo.
Si yo fuera poeta, le escribiría un soneto; si supiera pintar, trasladaría a un lienzo la madrugada; si fuera músico, compondría mi primera sinfonía titulada "Serantes", y si fuera profe de Gaztelueta, sacaría a todos los niños al jardín para que aplaudan al Autor de esta maravilla.
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