Los lectores son testigos de lo interesante de algunas, de lo poco relevantes de otras y de lo común a todas que es su deseo de estimular y de alegrar. Pretenden ser historias positivas, cortas, gráficas, y... muy de andar por casa.
Muchos acceden a ellas por casualidad, otros por amistad, pero, todos porque quieren. Aquí no se obliga a nadie. Por eso son de agradecer las visitas, los comentarios...
Espero sigan haciéndolo y yo seguir publicando. Gracias, amigos lectores. Y con el agradecimiento les obsequio esta simpática foto de mis primeros años de sacerdocio (será del año 1983 o de 1984) en la parroquia del pueblo de Galilea con dos niños que ahora son magníficos profesionales. Cambia el aspecto, pero seguimos siendo los mismos y con más experiencias ¿no?
Publicar un comentario