Este domingo he recordado en la misa a los cristianos de Corea, su ejemplo, su arrastre, su alegría. Sentirlos estos días cerca del Papa es un estímulo para mí y para mis feligreses. Este reportaje lo confirma. Merece la pena verlo.
Este domingo he recordado en la misa a los cristianos de Corea, su ejemplo, su arrastre, su alegría. Sentirlos estos días cerca del Papa es un estímulo para mí y para mis feligreses. Este reportaje lo confirma. Merece la pena verlo.
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