La Eucaristía es el Sacramento por excelencia porque no sólo recibimos la gracia sino al autor de la Gracia. He aquí una frase redonda aprendida desde pequeños.
Cuando preparo a los niños para su primera Comunión, poco antes de la fecha, hablo con ellos personalmente para valorar si efectivamente están preparados. Sólo les pregunto:
- ¿Qué vas a hacer el próximo sábado?
Algunos responden directamente:
- Recibir a Jesús
Ya no tengo que decirles nada más. A los que me responden: "la primera comunión" tengo que hacerles llegar a esa conclusión final. Reciben a Jesús. No es un símbolo; no es "algo" sino Alguien divino.
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