El profesor Viladrich nos recuerda un tema clave
Comunicación
Actualmente se pide al matrimonio menos una función social y más una función de comunicación entre personas (anécdota de la mujer joven que se quería separar porque su marido no le habla, y su madre en cambio no lo entendía porque era muy trabajador). La conciencia de lo que significa la persona conlleva una exigencia de autenticidad en la comunicación.
Modelo antropológico
Podemos pensar en el matrimonio y la familia desde el momento en que se ve la atracción de los sexos desde la perspectiva de la persona. Cualquier concepción de la pareja supone un modelo antropológico. El tema es si esa idea de hombre es suficientemente verdadera. El hombre es persona encarnada, es decir, ser capaz de infundir espíritu en la materia.
Toda la materia que nos rodea está informada por el espíritu. Una alfombra expresa la capacidad que la lana tiene para manifestar la calidez del afecto y la dignidad de las personas. El plástico del alzacuellos tiene la capacidad de manifestar la cristo-conformación del sacerdote. Compartir la mesa (la comida) puede ser compartir los espíritus con ocasión de elementos materiales del cosmos.
La naturaleza humana es espiritual
Hay que superar el concepto antropológico en el que se ve al matrimonio como un aspecto natural que debe ser “humanizado”. La naturaleza humana es espiritual. Ser persona es ser espiritual, es ser espíritu encarnado y por tanto el cuerpo es manifestación del espíritu, losn gestos corporales tienen un significado espiritual. En este sentido, el lenguaje del cuerpo debe ser sincero, la desconfianza y la sospecha son coordenadas de un mundo sin amor. La castidad es que el cuerpo sea la palabra honesta del espíritu.
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