Del Vatican Insider
¿Bergoglio plasmó Aparecida o Aparecida plasmó a Francisco? Para muchos la conferencia de obispos de América Latina que se reunió en mayo de 2007 en Brasil puso a Jorge Mario Bergoglio de camino al papado. De acuerdo a un sacerdote que colaboró con él muy de cerca aquel encuentro también imprimió en el corazón del Papa algunas de las intuiciones que hoy explican el éxito de su pontificado.
¿Qué recuerda de su trabajo con el cardenal Jorge Mario Bergoglio en Aparecida?
Lo que más me marcó es haber encontrado a un hombre de profunda fe, honda, maciza, muy sencillo y que sabe muy bien hacia donde va. En Aparecida él miraba lejos. Ví un hombre de trabajo, muy cercano, atento a los detalles en lo cotidiano y preocupado por las cosas sencillas.
Tiene una capacidad de síntesis extraordinaria. Es capaz de leer mucho, rápido y sacar las ideas medulares. Es una capacidad que no he visto tan fluída en otra persona. Le fluye naturalmente. Leía una cantidad exagerada de texto con velocidad y sus síntesis interpretaban a quienes lo escuchaban después. Todos se sentían representados.
¿Por qué Aparecida es tan importante para el Papa?
Aparecida centra su mirada en la persona del discípulo, a diferencia de todas las anteriores conferencias episcopales de América Latina que se centraban en categorías como la pobreza o temas estructurales. La última asamblea puso su mirada en la persona que debe convertirse, en su relación con Cristo para poder transformar la historia.
La palabra conversión está constantemente en su predicación. Se manifiesta cuando él dice a los jóvenes: “hagan lío". Eso ya estaba en Aparecida, con otras palabras. El documento conclusivo sostuvo que los discípulos que se han transformado por el encuentro con Cristo, con un “desborde de alegría y gratitud", van y anuncian esa experiencia.
Entonces Aparecida plasmó a Bergoglio…
Aparecida lo marcó porque piensa a las personas con una profunda experiencia de encuentro con Cristo y eso se traduce con una Iglesia que sale de sí misma, no una Iglesia que vive pensando en sus problemas sino que está inserta en la historia para transformarla. En Aparecida se ve una Iglesia que no teme al mundo. Otro rasgo en la personalidad del Papa es que no le teme a las cosas. No teme enfrentar los problemas, dialogar con la cultura, porque tiene la seguridad de la fe que le permite ir hacia afuera, lo hace con una soltura que impresiona.
Y parece que le da miedo a muchos…
Él usa mucho el concepto de “conversión pastoral", significa una nueva actitud, un nuevo modo de evangelizar y no un cambio en el depósito de la fe.
Se dice que Aparecida le allanó el camino al pontificado, ¿coincide?
En la mente del cardenal Bergoglio creo que nunca ha estado la idea de ser Papa. En Aparecida él plasmó una comprensión de la Iglesia que es original y le hace sentido a mucha gente. De alguna manera cambió el foco del magisterio latinoamericano. Ahora el Papa, en todas sus predicaciones, apunta al corazón de las personas. A la conversión. No vive pensando en las estructuras, incluso él mismo no vive en las estructuras, en la medida de lo posible. Las estructuras lo complican. Más bien él piensa en la conversión de las personas.
Serafines susurran.- Que una “mini-revolución” se avecina en la Congregación para el Clero del Vaticano. La salida del anterior prefecto Mauro Piacenza y la llegada de un externo, Beneamino Stella, ha determinado un cambio de ruta para nada menor. Pronto esto se traducirá en cambios concretos. De personas y roles. Stella, quien se ha caracterizado por ser un verdadero “outsider” ajeno a los grupos de interés y de poder en la Curia Romana, no pasará desapercibido. Plasmará la congregación al estilo del Papa Francisco.
Uno de sus refuerzos clave ya llegó a Roma. Se trata del arzobispo mexicano Jorge Patrón Wong, quien llegó a Roma el pasado jueves 28 de noviembre poco después de las 07:30 de la mañana. Apenas hizo tiempo para depositar sus maletas en la habitación 311 de la Casa de Santa Marta, la misma residencia del Papa Francisco, y se dirigió inmediatamente a las oficinas de la congregación. Sim importar el “jet lag", trabajó ese día en doble turno: por la mañana y por la tarde. Aún así tuvo tiempo de cruzarse con el pontífice en dos ocasiones, una después de la comida y la otra a la hora de las oraciones de la tarde.
Pero sus encuentros han sido frecuentes en los poco días que Patrón ha pasado en Roma. En Santa Marta no es difícil ver a Francisco, topárselo sin querer o coincidir en algunas de las comidas.
Por lo pronto la secretaría para los seminarios, que ya encabeza el ex obispo de mexicano de Papantla, se expandirá pronto, con nuevo personal que no sólo maneje idiomas sino que pueda ofrecer una visión renovada, fresca. Y las oficinas de la Congregación para el Clero están siendo remodeladas para acoger a este equipo reforzado. Que llevará el sello inconfundible del pontificado de Bergoglio.
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