La Sagrada Familia -
Ciclo A
Juan Pablo II en la Exhortación “Familiaris Consortio” hablaba de las situaciones irregulares de la familia, fruto de las situaciones internas de la misma, pero hablaba de las “Familias en circunstancias particulares”.
Circunstancias que no dependían de la familia.
Circunstancias que no significaban crisis interna de la familia.
Pero que significaban:
Situaciones que dificultaban la vida familiar.
Situaciones que ponían en riesgo la vida conyugal.
Situaciones que ponían en riesgo la vida íntima de la familia.
Y enumeraba, si mal no recuerdo, catorce de estas situaciones.
A nosotros nos toca vivir un tiempo en que:
Hay crisis interna en la familia.
Pero también hay situaciones nuevas que son todo un riesgo para la familia.
Cada día asistimos a esas familias:
Que no tienen problemas persanales.
Pero sí problemas de hambre.
Problemas de buscar nuevas condiciones de vida
Que quieren salir del hambre.
Que quieren ingresar a nuevas culturas.
Familias que donde viven carecen de todo.
Y también ellas quieren buscar mejor vida.
Y se arriesgan a salir de su tierra en busca de nuevas tierras.
Esta situación está creando serios problemas.
Es el Estrecho de Gibraltar, que cada día ve atravesar en fágiles embarcaciones muriéndose de hambre.
Y todo para que muchas se queden hundidas en el mar.
Y otras se encuentren en la orilla con la Policía o Guardia Civil que las espera.
Reciente está el caso de la Isla de Lampedusa con sus repetidos naufragios donde cerca de quinientas personas se han ido al fondo del mar. Hombres, mujeres, niños, madres embarazadas
El Papa Francisco conmovido visitó la Isla y a los refugiados
Para orar.
Para consolarles.
Para llamar la atención del mundo.
Son significativas las palabras que dijo el lunes 8 de julio de 2013 con motivo del hundimiento de aquella patera cargada de gente:
“¿Cuántos se han dado por aludidos?”
“¿Cuántos se han sentido responsables” y hasta se atrevió a decir: “comenzando por mí mismo?”
Y hace una serie de interrogantes que duelen:
“En este mundo de la globalización hemos caído en la globalización de la indiferencia”.
Y lleno de ternura se pregunta:
“Me gustaría que nos hiciésemos una tercer pregunta:
¿Quién de nosotros ha llorado por este hecho?”
Hoy día de la familia de Jesús no podemos olvidar estas familias.
También la familia de Jesús vivió sus problemas.
Vivió la oscuridad de un embarazo que la lógica no podía explicar.
Vivió la oscuridad del riesgo también la muerte.
No tuvo que atravesar las aguas del mar.
Pero sí tuvo que atravesar las ardientes arenas del desierto.
Que la familia de Jesús:
Lleve consuelo a estas familias errantes.
Lleve esperanza a estas familias capaces de correr esos riesgos.
Que a todos nos aliente para fortalecer nuestras familias.
Y capaces de ayudar a las que sufren el desarraigo físico y cultural y sentimental.
¡FELIZ NUEVO AÑO 2,014
A TODAS LAS FAMILIAS!
¡Y SALUDO DE HERMANO
A ESTAS FAMILIAS DESARRAIGADAS!
Clemente Sobrado C. P.
Archivado en: Ciclo A, Navidad Tagged: familia, migrantes, sagrada familia
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