Enrique García-Máiquez escribe hoy sobre una cuestión de actualidad. Vale la pena leerlo en el Diario de Cádiz. Empieza así:
EN principio, no tenía demasiado que celebrar de la reforma del aborto. Es una ley que lo sigue amparando y eso resulta incompatible con cualquier alegría. (Continuar)
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