"Jesús muestra que el corazón del samaritano es bueno y generoso, y que - a diferencia del sacerdote y el levita -- hace la voluntad de Dios, que desea misericordia y no sacrificio". El Papa Francisco comentó la parábola del Buen Samaritano, antes de rezar el Ángelus, en el portón del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo.
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