Ha rescatado un artículo que publicó en la revista Concilium, número 351, titulado Historia de la canonización en la cristiandad: su significado de fondo, lo ha colgado en Internet y le ha colocado un párrafo final donde confiesa lo siguiente:
“Sólo quiero añadir, para terminar, que este artículo fue redactado antes de la elección del actual pontífice, el papa Francisco. De escribirlo hoy, matizaría alguna que otra frase del final de este trabajo. En todo caso, manifiesto con toda sinceridad que no puedo entender la decisión de canonizar a Juan Pablo II, un papa de cuya gestión de gobierno en la Iglesia existen fundadas sospechas de que mantuvo pautas de conducta, en los ámbitos de lo político, lo económico y lo eclesial, que han dañado seriamente a la Iglesia y la fe de no pocas personas de buena voluntad.”
Se puede decir más alto, pero más claro imposible.
Los admiradores del Papa Francisco encuadrados en la progresía, disminuyen.
A lo largo del artículo firmado por Castillo veo los siguientes aspectos:
1.- Hace un uso torticero de la Historia de la Iglesia, ya que con su típico simplismo de generalizar vaguedades, pretende convencer con hechos históricos que él mismo inventa, colocando en boca de una monja “el dineral que vale hacer santo a los fundadores de los institutos religiosos”. Cite, por favor, quien, cuando, cuanto y donde.
2.- Pretende con su análisis marxista de la historia poner diversas cotas:
A) El primer milenio, proponiendo a la primitiva Iglesia con un candor histórico rayando en lo bucólico y pastoril.
B) Desde el segundo milenio hasta el Barroco, donde iguala Iglesia a poder político sin miramientos de ningún tipo,
C) Desde la Contrarreforma hasta las puertas del Vaticano II, donde hace ficción histórica de la presencia alegre y confiada de los grandes filósofos de la modernidad.
D) El tiempo concreto del Papa Juan Pablo II, a quien cita como el Papa que más santos ha elevado a los altares, y como el autor del documento por el cual se hacen santos hoy en la Iglesia Católica.
3.- El autor Castillo pretende enfrentar a dos eclesiologías insertadas en el fondo de los procesos de canonización.
A) La anterior al Vaticano II, poniendo como ejemplo clave a la persona y la obra de San Josemaría Escrivá de Balaguer.
B) La nacida dentro de la teología de la liberación, cuyo exponente claro es el
Obispo mártir monseñor Romero-
4.- El firmante Castillo lo explica todo de este simplista modo:
“Es claro que, en el amplio elenco de canonizaciones que ofrece el pontificado de Juan Pablo II, tienen lugar el modelo de cristiano que se ve enseguida en el obispo Escrivá de Balaguer. De la misma manera que no tiene lugar el modelo de creyente que se expresa en Monseñor Romero. Es evidente, por tanto, que la Iglesia pre-conciliar, que representa Escrivá y el Opus Dei, como la que representan los nuevos movimientos apostólicos de extrema derecha (Neocatecumenales, Comunión y Liberación, Legionarios de Cristo…) hacen patente el modelo de Iglesia que se quiere imponer desde Roma. Como resulta igualmente evidente que el tipo de cristiano, que quedó plasmado en la vida y en las enseñanzas de Mons. Romero o de Monseñor Angelelli (en Argentina), no representa el modelo de Iglesia que el papado actual quiere imponer a toda costa.”
Conclusión
Con dualismos tan esquemáticos, llenos de rencor, José María Castillo da un paso más en el vacío de su vida intelectual.
Su desapego del Papa Francisco por canonizar a Juan Pablo II es muy claro en el párrafo que está más arriba.
Desde aquí, pregunto a Castillo:
¿Qué opinión tiene sobre la canonización de Juan XXIII, habiéndole hecho el Papa actual el favor de quitarle el segundo milagro necesario canónicamente y hacer conjunta la subida a los altares de ambos Papas: Juan XXIII y Juan Pablo II?.
Fuente
El artículo completo de José María Castillo está haciendo clic aquí.
Recomendación
Invito a leer la novela titulada:
El hombre que nunca votó
Prologada por don Juan Manuel de Prada
http://marianojv.awardspace.com/novela.html
Tomás de la Torre Lendínez
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