La foto es de un horrible y apasionante ácaro. Pero no es este bichito el que hoy me ha sorprendido, sino la Cymothoa exigua, un parásito que afecta a algunos peces. El cual se adhiere a la lengua de su pez anfitríon y va bebiendo sangre de ese órgano. El tiempo va pasando y el parásito acaba por sustituir a la lengua, la cual queda atrofiada. Digo “sustituir”, porque la Cymothoa va cumpliendo realmente las funciones de la lengua empujando el alimento hacia el interior del pez en el que se haya.
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