¿Por qué los nombramientos de cardenales no pueden ser tan bellos como esta carta real que pongo aquí? Es una royal charter de Isabel II. Considero que la Iglesia está desaprovechando todo un lenguaje, todo un medio de expresión. Y no es una cuestión de dinero, como ya he dicho en otros posts, sino de que alguien organice el talento de los artistas que estarían deseando dar gratis utilidad a su genialidad.
En otro orden de cosas, he visto el tráiler de la secuela de Blade Runner. Está muy bien. No se estrenará hasta octubre. Ya en el tráiler se nota cuando el presupuesto es versallesco. Eso sí, nadie esperamos nada de esta película más que un bello entretenimiento. A lo mejor es algo mejor que correcta, porque no la dirige Ridley Scott.
Ridley ha demostrado fehacientemente que tras dos geniales películas de sus comienzos, su genio debió volar a otro árbol. Todos respiramos más tranquilos cuando supimos que él no iba a ser el director.
Hoy he acabado de ver 12 hombres sin piedad (buena, sin entusiasmar), hace unos días acabé Crimen perfecto (que es Hitchcock para pasar el rato) y la anterior había sido Green zone. Esta última está bien, pero ampliamente archisuperada en su género (género Irak) por otras como El tirador o En tierra hostil.
Sería formidable, dentro de quince años, filmar una superproducción al estilo de Nixon (de Stone) pero que se titulara Trump. Esa película de Stone me parece un admirable ejercicio de cine con mayúsculas. Y eso que detesto a Stone, así que me podéis creer.
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