Os confieso que estos días una de las ideas que más me vienen a la cabeza, a ratos libres, es una ampliación que practiqué en mi querido, pero muy incomprendido, libro titulado La catedral de san Abán.
En una de las ampliaciones de ese libro (que sufrió ese libro), planteaba la conveniencia de que cada Conferencia Episcopal construyese una sede arquitectónica que fuera más allá de unas oficinas y una sala de reunión. Una construcción que tuviera un templo no muy grande (no por más grande es más bello), pero perfecto para ofrecer la imagen de todos los obispos rezando en un coro la liturgia de las horas. Me los imagino en una sillería moderna en el centro del templo, en plena nave central.
Con un ábside, al estilo de las basílicas romanas, donde cupieran todos los obispos en las concelebraciones. Con las oficinas y salas de la Conferencia Episcopal integradas en el proyecto arquitectónico, formando una unidad con ese templo. Con las viviendas de los obispos, organizadas en torno a un claustro y sobreclaustro como el de Silos.
Un lugar donde trabajar, orar, pasear y ofrecer una imagen espiritual de la Iglesia. Por favor, si me está leyendo algún presidente de alguna conferencia episcopal (y le sobran unos cuantos millones de euros) que deje algún comentario en la parte de debajo de este post. Además, le ofrezco un buen plan de financiación de este edificio, porque sus torres góticas serían viviendas. Y el plan, cuando se completase, tendría doce torres de diez pisos de altura (muchas torres = mucho dinero).
Lo interesante de este plan, que es lo que se me ha ocurrido en los últimos días, es que este templo, tendría una réplica de la Basílica del Santo Sepulcro. Se necesitarían quizá treinta años para llegar a esa fase. Serían dos cuerpos arquitectónicos rectangulares, unidos en el medio por el claustro-vivienda de los obispos. Y todo el conjunto estaría rodeado por las torres y los edificios-muro.
En fin, voy a seguir dándole vueltas al asunto durante unas semanas. Todo, al final, quedará en ese libro para solaz de lectores, y quién sabe si alegría de alguna conferencia episcopal.
Post Data: Hago versiones más baratas para conferencias pobres.
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