El pasado año renové las viejas y pesadas mesas de la principal sala de catequesis, a un precio asequible y esta mañana he conseguido otras cuatro más, a precio de regalo, gracias a la mediación de un amigo sacerdote, que me ha puesto en contacto con la institución que las ofrecía.
Y es que también el mobiliario requiere su renovación. Y las condiciones materiales adecuadas ayudan a realizar mejor la tarea educativa. En fin, que estoy contento con la adquisición.
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