Siempre he dicho que escribo mis post después de la cena con una cierta prisa y que no me gusta repasar. Pero ayer me llevé la palma hablando de mi viaje. Porque no sé por qué extraños caminos de mi mente una vez llamé a la ciudad "Sigüenza", otra "Segovia" y una tercera "Sagunto". Os aseguro que no fue intencional. Del mismo modo que, por alguna extraña razón, cada vez que voy a usar la palabra “artesonado”, a mi mente siempre viene la palabra “encofrado” haciéndome difícil recordar la palabra correcta.
Aparcamos delante del castillo de la ciudad. ¡Eso sí que es un castillo comme il faut! Una vez que ves esa fortaleza, los de otros países te parecen castillos de Disneylandia. Si alguna vez me tengo que defender con dos mil fieles en un castillo de las hordas del Nuevo Orden, ya me pido ese baluarte.
Admirados ante esa mole recia, sobria y guerrera, enfilamos hacia la catedral. Allí me encontré con un querido antiguo feligrés de mi segunda parroquia, Zulema. Después me encontré en la catedra con el penitenciario que fue compañero mío del servicio militar. Finalmente, me saludó alguna lectora mía que también era de allí.
Bueno, mañana seguiré hablando de la catedral. Pero hoy quiero mencionar que jamás pensé que mi Carta a Maduro tuviera tanta repercusión. Sólo en mi blog la leyeron más de 65.000 personas. Dado que se replicó en varios medios venezolanos, al final, sí que entra de lo posible que el presidente venezolano la haya leído.
Otra curiosidad de la que me he enterado hoy: Por alguna extraña razón el séptimo país donde más se ha leído este blog, desde su creación es ¡Alemania! con 106.000 visitas. Y más extraño todavía, el décimo país con 46.000 visitas es Rusia.
Podía haber pensado que era cualquier país de habla española, pero no esos dos. No tengo ni idea de cuál puede ser la razón. España es donde más lectores tengo en este blog, con un millón y medio de visitas desde el 2010 que fue cuando comenzó el contador de Google a contabilizar. Bueno, mañana seguiré con nuestro viaje.
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