Lunes 22 de Agosto de 2016
Santa María, Reina
(MO). Blanco.
María vivió su vida en la sencillez y la cotidianidad de cualquier mujer de Nazaret, un pequeño pueblito de provincia. No es reina porque haya dominado sobre alguien, sino que su realeza es participativa de la realeza de Jesús, Príncipe de la Paz. Celebrar a María Reina es festejar la dignidad de todas y todos los creyentes, que en el bautismo somos hechos, con Cristo, sacerdotes, profetas y reyes.
De la memoria:
Antífona de entrada cf. Sal 44, 10
La Reina está de pie, a tu derecha, con un vestido precioso, rodeada de esplendor.
Oración colecta
Padre, que nos diste como Madre y Reina nuestra a la Madre de tu Hijo, concédenos en tu bondad que, sostenidos por su intercesión poderosa, alcancemos la gloria de hijos tuyos en el reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien: de la feria
Antífona de entrada Sal 85,1. 3
Inclina tu oído, Señor, respóndeme; salva a tu servidor que en ti confía. Ten piedad de mí, Señor, que te invoco todo el día.
Oración colecta
Señor Dios, que unes a tus fieles en una sola voluntad; concédenos amar lo que mandas y esperar lo que prometes, para que, en la inestabilidad del mundo presente, nuestros corazones estén firmes donde se encuentra la alegría verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
De la memoria:
Lectura Is 9, 1-6
Lectura del libro de Isaías.
El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz. Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se regocijan en tu presencia, como se goza en la cosecha, como cuando reina la alegría por el reparto del botín. Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda y el palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día de Madián. Porque las botas usadas en la refriega y las túnicas manchadas de sangre, serán presa de las llamas, pasto del fuego. Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: “Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz”. Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto.
Palabra de Dios.
Comentario
¡Cuántas noches atraviesan los pueblos! ¡Cuántas noches atravesamos también nosotros, en nuestras dolorosas vidas! Y sin embargo, caminamos en espera de esa “gran luz”, una luz que ya ha brillado hace mucho tiempo y que aún tiene que penetrar sobre muchas oscuridades. Hoy, esa luz es esperanza, la vemos desde la fe, y caminamos en esta noche creyendo que al final veremos el amanecer.
Sal 112, 1-8
R. Bendito sea el nombre del Señor para siempre.
Alaben, servidores del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, desde ahora y para siempre. R.
Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el nombre del Señor. El Señor está sobre todas las naciones, su gloria se eleva sobre el cielo. R.
¿Quién es como el Señor, nuestro Dios, que tiene su morada en las alturas, y se inclina para contemplar el cielo y la tierra? R.
Él levanta del polvo al desvalido, alza al pobre de su miseria, para hacerlo sentar entre los nobles, entre los nobles de su pueblo. R.
Aleluya cf. Lc 1, 28
Aleluya. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres. Aleluya.
Evangelio Lc 1, 26-38
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: “¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!”. Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el ángel le dijo: “No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y se le llamará Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”. María dijo al ángel: “¿Cómo puede ser eso, si yo no convivo con ningún hombre?”. El ángel le respondió: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será santo y se le llamará Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios”. María dijo entonces: “Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho”. Y el ángel se alejó.
Palabra del Señor.
Comentario
“La voluntad divina se encontró con la dócil voluntad humana de María. Para ella, la situación era difícil, arriesgada y peligrosa; sabía que lo que para los hombres es imposible, para Dios es posible; que el Señor aporta plenitud y no minusvalía; que lo que Dios pide, antes lo facilita; y que lo que propone es infinitamente mejor para el hombre”.
O bien: de la feria
Lectura 2Tes 1, 1-5. 11-12
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.
Pablo, Silvano y Timoteo saludan a la Iglesia de Tesalónica, que está unida a Dios, nuestro Padre, y al Señor Jesucristo. Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios a causa de ustedes, y es justo que lo hagamos, porque la fe de ustedes progresa constantemente y se acrecienta el amor de cada uno hacia los demás. Tanto es así que, ante las Iglesias de Dios, nosotros nos sentimos orgullosos de ustedes, por la constancia y la fe con que soportan las persecuciones y contrariedades. En esto se manifiesta el justo Juicio de Dios, para que ustedes sean encontrados dignos del Reino de Dios por el cual tienen que sufrir. Que Dios los haga dignos de su llamado, y lleve a término en ustedes, con su poder, todo buen propósito y toda acción inspirada en la fe. Así el Nombre del Señor Jesús será glorificado en ustedes, y ustedes en él, conforme a la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
Palabra de Dios.
Comentario
Es bastante común que san Pablo encare sus cartas poniendo como remitentes también a algunos compañeros de misión. Esto nos demuestra una comunidad solidaria, preocupada por todos, y en la que todos participan de las necesidades de los demás.
Sal 95, 1-5
R. ¡Anuncien las maravillas del Señor!
Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra; canten al Señor, bendigan su Nombre. R.
Día tras día, proclamen su victoria, anuncien su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre los pueblos. R.
Porque el Señor es grande y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses. Los dioses de los pueblos no son más que apariencia, pero el Señor hizo el cielo. R.
Aleluya Jn 10, 27
Aleluya. “Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen”, dice el Señor. Aleluya.
Evangelio Mt 23, 13-22
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús habló diciendo: ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno del infierno que ustedes! ¡Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: “Si se jura por el santuario, el juramento no vale; pero si se jura por el oro del santuario, entonces sí que vale”! ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro o el santuario que hace sagrado el oro? Ustedes dicen también: “Si se jura por el altar, el juramento no vale, pero vale si se jura por la ofrenda que está sobre el altar”. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar que hace sagrada esa ofrenda? Ahora bien, jurar por el altar, es jurar por él y por todo lo que está sobre él. Jurar por el santuario, es jurar por él y por Aquel que lo habita. Jurar por el cielo, es jurar por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él.
Palabra del Señor.
Comentario
“Habiendo venido Jesucristo, enseña que es inútil la confianza de la ley, porque Jesucristo no es santificado por la ley, sino la ley por Jesucristo, en la cual está sentado como en un trono. Y así, son necios y ciegos los que, prescindiendo de lo que santifica, veneran lo santificado” (San Hilario, In Matthaeum, 24).
Oración introductoria
Qué triste pero real es constatar que hoy se sigue repitiendo la misma escena. Cuántas personas se alejan de la Iglesia por el pobre testimonio que damos. Ayúdame, Señor Jesús, a hacer esta oración para que mi corazón escuche y mi generosidad crezca a fin de poder responder a todas las luces de tu Espíritu Santo.
Petición
Padre mío, aumenta mi fe para que pueda crecer mi amor al prójimo.
Meditación
Hoy, el Señor nos quiere iluminar sobre un concepto que en sí mismo es elemental, pero que pocos llegan a profundizar: guiar hacia un desastre no es guiar a la vida, sino a la muerte. Quien enseña a morir o a matar a los demás no es un maestro de vida, sino un “asesino”. El Señor hoy está justamente enfadado con los guías que extravían al prójimo y le quitan el gusto del vivir y, finalmente, la vida.
Hay gente que intenta de verdad entrar en el Reino de los cielos, y quitarle esta ilusión es una culpa verdaderamente grave. Se han apoderado de las llaves de entrada, pero para ellos representan un “juguete”, algo llamativo para tener colgado en el cinturón y nada más. Los fariseos persiguen a los individuos, y les “dan la caza” para llevarlos a su propia convicción religiosa; no a la de Dios, sino a la propia; con el fin de convertirlos no en hijos de Dios, sino del infierno. Su orgullo no eleva al cielo, no conduce a la vida, sino a la perdición. ¡Que error tan grave!
El Señor repetidamente ha intentado destapar las orejas y desvelar los ojos a los fariseos, pero dice el profeta Zacarías: «Ellos no pusieron atención, volvieron obstinadamente las espaldas y se taparon las orejas para no oír» (Za 7,11). Entonces, en el momento del juicio, el juez emitirá una sentencia severa: «¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!» (Mt 7,23). No es suficiente saber más: hace falta saber la verdad y enseñarla con humilde fidelidad.
Nosotros sabemos que la autenticidad de nuestra fidelidad al Evangelio se verifica también en base a la atención y a la solicitud concreta que nos esforzamos en manifestar hacia el prójimo, especialmente hacia los más débiles y marginados. Así, el servicio caritativo, que puede desarrollarse en una multiplicidad de formas, se convierte en una forma privilegiada de evangelización, a la luz de la enseñanza de Jesús, que considerará como hecho a si mismo cuanto hayamos hecho a nuestros hermanos, especialmente al más "pequeño" y desatendido. Para que nuestro servicio no sea sólo acción filantrópica, aunque útil y con mérito, es necesario alimentarlo con la oración constante y la confianza en Dios. Es necesario armonizar nuestra mirada con la mirada de Cristo, nuestro corazón con su corazón. De esta manera, el apoyo amoroso, ofrecido a los demás se traduce en participación y en un compartir consciente de sus esperanzas y sus sufrimientos, haciendo visible, y diría que casi tangible, por una parte la misericordia infinita de Dios hacia cada ser humano, y por otra, nuestra fe en Él.
Una de las virtudes humanas más apreciadas por la mayoría de las personas es, sin duda, la coherencia de vida. En la misma vida de Jesús podemos ver un gran ejemplo de coherencia humana, pues Él actúa lo que predica.
Siendo Jesús una persona humanamente bien formada, con principios y valores rectos, la actitud de los escribas y fariseos le parece de lo más reprochable. Es por eso que Jesús les reprime y recrimina. Jesús es consciente que ellos influyen mucho en los demás, ya que son los jefes de las sinagogas, y viendo que sus actitudes no son las más adecuadas, se decide a actuar para poner solución a la situación. Jesús es el buen pastor que cuida de sus ovejas y no las deja solas. Pueden parecer duras las palabras que les dirige, pero lo hace con dos intenciones: la primera es llegar a las conciencias de los escribas y fariseos para que recapaciten su forma de proceder; la segunda, para que las personas que lo escuchan sepan que él ha venido a traer la verdad.
Diálogo con Cristo
Señor Jesús, tú que supiste reprender a los escribas y fariseos con palabras llenas de fuerza y de verdad, danos la gracia de poder escucharte, pues quizá nos estás hablando y no lo hacemos.
Propósito
Rezar un misterio del rosario para pedir de manera especial por todos aquellos que de algún modo son jefes y guías de los demás para que sean realmente personas coherentes y prudentes en sus comportamientos.
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