Hace pocos días me vinieron a ver a mi iglesia una encantadora pareja. Él es director de orquesta. Durante la cena, le hablé de una obra de Manuel de Falla que a mí me ha parecido su obra más genial. Pero en ese momento no recordaba el título ni pude tararearla. Aquí, querido amigo, te pongo esta insuperable obra. Es el Concierto para Clave.
Es una composición formidable, grandiosa. Sigo todavía fascinado por la obra de William Byrd que os compartí hace pocos días. Fascinado y adicto: la escucho cada día no menos de treinta o cuarenta veces.
Joaquín Rodrigo, Manuel de Falla, Tomas Luís de Victoria, Cristobal de Morales, entre otros. Grandes compositores españoles. Verdaderamente grandes.
Pero quizá ninguno tan buena persona, tan cristiano, como Manuel de Falla. Fue un gran compositor, pero fue más grande como persona. Religiosísimo y, al mismo tiempo, durante la guerra, trató de interceder para salvar de la muerte a cuantos republicanos pudo desde una posición modesta y que siempre había sido apolítica.
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