El noviazgo es una parte fundamental para que un matrimonio tenga éxito y no pueda ser considerado nulo puesto que pondrá la base sólida para el futuro. Además, es un tiempo de discernimiento para saber si esa persona es la adecuada para compartir toda la vida con ella. Catholic Link propone diez temas de los que toda pareja debe hablar hablar y tener claro antes de dar el paso de casarse:
1. ¿Comprendemos realmente el don y el misterio que significa el sacramento del Matrimonio?
El matrimonio es un sacramento y los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la Gracia. ¿Y cuál es la Gracia propia del sacramento? ¡El perfeccionamiento de los cónyuges! Eso no quiere decir que mi trabajo sea perfeccionar a mi cónyuge, sino que tengo la ayuda de la gracia para perfeccionarme yo mismo en relación con mi cónyuge. Todos quieren casarse con el señor o la señora perfecta, pero muy pocos están dispuestos a convertirse en el señor o la señora perfecta para beneficio de su cónyuge. ¡Y en eso es precisamente en lo que nos ayuda la Gracia!
2. ¿Estamos realmente comprometidos?
Revisar nuestra voluntad de casarnos “para las duras y las maduras”. El noviazgo es el tiempo privilegiado de preparación próxima al matrimonio. Y tenemos que prepararnos para ser fieles, amar y respetar en la salud y en la enfermedad; en la prosperidad y en la adversidad, es decir, ¡Siempre! (o al menos hasta que la muerte nos separe). Esta voluntad de compromiso, este “para siempre” lo tenemos que proponer como tema de conversación en cuanto tomemos la decisión de casarnos. Después, cuando vengan las dificultades, (que vendrán) nos afirmaremos en esta primera decisión: “esta dificultad tenemos que resolverla, porque decidimos casarnos para siempre”.
3. ¿Cómo está nuestra amistad?
Parece increíble, pero muy poca gente ve a su futuro esposo o esposa como “su mejor amigo”. De allí que muchos crean esa frase nefasta “del amor al odio hay un solo paso”. No debiera ser así. La amistad conyugal se basa en la amistad previa, y esta amistad tiene que ser enriquecida todos los días, cultivada mediante el diálogo, la atención, la amabilidad. Y una vez casados, ese cultivo de la amistad conyugal tiene que ser más intenso, especialmente los hombres tendemos a sentir que “ya está”, que “ya cumplimos”. ¡No querido amigo! A tu esposa la tienes que conquistar de nuevo todos los días de tu vida!
4. ¿Cuántos hijos querrías tener?
¡Un tema clave de conversación antes de meternos en la aventura más grande de nuestra vida! ¿Cuántos hijos querrías tener? ¿Cómo los educaremos? ¿Cómo los guiaremos a la santidad? ¿Y qué pasa si no podemos tenerlos?, ¿adoptamos?, ¿cuántos? Cada uno de estos temas es clave.
5. ¿Comprendemos lo que implica la sexualidad dentro del matrimonio?
Este es un tema que puede ser difícil antes del matrimonio, ¡pero hay que hablarlo! En primer lugar, tendremos que estudiar, comprender y saber explicarnos las enseñanzas de la Iglesia en materia de transmisión de la vida. Si pudiéramos adentrarnos en el estudio de las catequesis sobre la sexualidad de Juan Pablo II ¡Fantástico! Pero si no podemos, al menos leer lo que dice el Catecismo de la Iglesia al respecto. El don de la castidad no es una prohibición de la sexualidad, sino un modo de orientarla y dirigirla para que ayude en la santificación de los cónyuges. ¡No sólo es importantes saber esperar al matrimonio, sino cómo y para qué!
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