La he celebrado con gozo y buena asistencia, y unido a tantas personas y lugares del mundo que han abierto hoy las Iglesias para posibilitar un encuentro con el Señor. Unido también al Papa que ha promovido y participado en esta iniciativa, recibiendo en la Basílica de San Pedro el sacramento de la Confesión.
En mi celebración parroquial no ha faltado gente en ningún momento. He tenido un monaguillo que me ayudó con el incensario. He administrado el perdón en el confesonario. El ambiente de oración, a pesar de que la iglesia está algo fresca, ha sido muy cálido ¡Un verdadero gozo!
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