Al poner uno de mis inocentes posts, una persona (cuyo nombre ocultaré, soy respetuoso de la intimidad, pero a la que llamaré digamos que Vladimir) me escribió:
-Bochornoso blog. Por añorar épocas de dictadura y genocidio deberíais estar entre rejas. Ese fue el error de la transición
Padre Fortea: Tienes razón, pero no nos metisteis en la cárcel y ahora pululamos libres. Así que os chincháis.
Vladimir: Gracias, ha confirmado mis sospechas sobre su catadura moral. Fin de la cita.
Padre Fortea: Vale. Nos vemos en misa el domingo.
Vladimir: No me perdería su homilía por nada del mundo. No se me ocurre una forma mejor de retroceder en el tiempo.
Conclusión mía: Criaturitas. Este tipo de anticlericales nos hacen sacar lo mejor de uno, nuestro lado más paternal.
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